LA RAIZ ROTA ( 1951 ) - ARTURO BAREA ( 1897 - 1957 )
I ) ARTURO BAREA, nació en Badajoz, en 1897, en el seno de
una familia pobre. Era el menor de cuatro hermanos, hijos de madre lavandera, remendado,
al que la suerte salvó de un destino harapiento.
La muerte súbita de su padre, a los 34 años, provocó la
marcha de la familia a Madrid, cuando Arturo contaba, tan solo dos meses de
edad. La familia se estableció en el barrio de Lavapiés, empleándose la madre
como lavandera y sirvienta. Arturo fue criado por unos tíos suyos, hermano de
su madre, de clase acomodada y sin hijos, y pudo estudiar, como los niños
ricos, en el colegio de Escuelas Pías de San Fernando, en la calle Tribulete de
Madid ( hoy es una gran biblioteca y centro cultural del populoso barrio de
Embajadores ).
A los trece años, la muerte prematura de su tío, le obligó a
abandonar los estudios y a buscar trabajo, pasando por aprendiz en un comercio,
botones en un banco y joven emprendedor en una fábrica de juguetes.
En 1920, cumplió el servicio militar obligatorio en el
Protectorado de Marruecos. Fue testigo de la Guerra de Marruecos, tocándole
recoger y enterrar multitud de cadáveres de soldados españoles muertos en la
terrible derrota de Annual, de 1921. Permaneció en el ejército hasta 1924,
causando baja como oficial en la Reserva. Participó en numerosas operaciones
militares, fue condecorado en dos ocasiones, y conoció a diversos mandos
militares de los que se rebelaron contra la República Española.
En 1924, tras su regreso a la vida civil, se casó con Aurora
Grimaldos, con quien tuvo cuatro hijos. Pero no fue un matrimonio con final
feliz ( “un fracaso deprimente” según el propio Barea ), y terminarían
separándose pocos años después . En este periodo, hasta la proclamación de la
República, Arturo se afilió a UGT, y trabajó como director técnico en una
empresa de patentes, lo que le permitió sacar adelante a su familia, incluída
su madre, a la que adoraba y a quien dedicó las más importantes de sus obras.
En 1931, con el advenimiento de la Segunda República, la gran
movilización política que se generó, animó a Barea a incorporarse a la UGT, y
colaborar en la organización del Sindicato de Empleados de Oficinas, lo que
motivó un grave deterioro en su actividad profesional.
En Julio de 1936, al estallar la Guerra Civil, Barea empezó a
trabajar en la Oficina de Censura de Prensa Extranjera, dependiente del
Ministerio de Estado de la República, situado en la 5ª planta del edificio
principal de Telefónica. Allí conoció a numerosos corresponsales de guerra de
diversos países, entre ellos a Ernest Hemingway, Jonh Dos Passos y George
Orwell, futuros ganadores del premio Nobel de Literatura. El traslado a
Valencia del Gobierno de la República, hizo recaer en Barea la jefatura de la Oficina
de Censura, lo que unido a la falta de medios y de especialistas, a que Barea
tampoco hablaba ingles y a las frecuentes órdenes dispares que recibía tanto
del Ministerio de Estado como de la Junta de Defensa y del Comisionado de
Guerra, se vió desbordado e incapacitado para atender a los numerosos
corresponsales . La suerte acudió de nuevo a socorrerlo, al coincidir en el
mismo edificio de Telefónica con ILSA KULCSAR, que daría un nuevo vuelco a su
vida.
2 ) ILSA KULCSAR.
Poco habríamos conocido de la vida y obra de Arturo Barea, sin la
aportación de la que, durante 21 años , sería su esposa. De todas las historias de amor que comenzaron
en el Madrid asediado por las tropas franquistas, la suya habrá sido, sin duda,
la más feliz, además de una de las más documentadas.
Ilsa Barea Kulcsar
nació en Viena, en 1903. Hija de padre judío, estudió Ciencias Políticas en la
universidad de Viena, y, desde muy joven desarrolló una intensa actividad en el
Movimiento Obrero de Viena. Tras el aplastamiento de éste por parte del
gobierno austriaco, huye de Viena junto a su marido, refugiándose en Praga.
Desde allí tomarán caminos diferentes.
ILSA decide venir a España en apoyo de la República: “ Creía
que tenía que participar en la Guerra Civil, no solo porque allí se estaba
disputando el combate más importante entre Fascismo y Democracia ( una
democracia que contenía el germen de un futuro socialista ), sino también
porque yo, con mi experiencia en periodismo internacional, tal vez podría ser
útil, incluso después de la victoria, participando en la formación cultural de
los trabajadores.
El 1 de Noviembre de 1936 aterrizó en Alicante. Tenía 34 años
y había dedicado 18 al movimiento obrero de Viena. Llegada a Madrid, pronto se
conocieron en el edificio de Telefónica, hicieron amistad y empezó a trabajar
como ayudante de Barea. Su aparición fue casi milagrosa. Su dominio de cinco
idiomas, su trato afable con los corresponsales extranjeros, y la franqueza en
sus críticas lograron la vuelta a la normalidad en la Oficina de Censura.
Además, políticamente, Ilsa estaba mucho mejor preparada que Barea. Ella
coordinaba con los periodistas, mientras Barea mantenía a través de la radio
una serie de charlas, de naturaleza propagandista y literaria, a partir de Mayo
de 1937, bajo el seudónimo de “ La voz incógnita de Madrd”.
A finales de 1937, Barea dimitió como jefe de censura, en
parte por la crisis nerviosa debida a los bombardeos y en parte por las
desavenencias surgidas con los comunistas. Tanto Ilsa como él habían sido
declaradas “ personas non gratas “ por el PC. En Enero de 1938, se casaron Ilsa
y Arturo Barea, tras obtener ambos el divorcio de sus respectivas parejas.
El 22 de Febrero de 1938, Ilsa y Arturo abandonan España,
pasando a Francia, para nunca regresar. Su casa y su mundo han dejado de
existir. .. Guerra y destrucción, pobreza y hambre son todo su equipaje. Un año
después llegarán a Inglaterra, donde Barea pasaría el resto de su vida como
exiliado republicano.
3 ) EL EXILIO EN INGLATERRA . En Marzo de 1939, Ilsa y Arturo
llegan a Inglaterra, donde tienen “amigos y esperanza”, y donde Barea decide
entregarse plenamente a la actividad de escritor.
Desde muy joven, a Arturo se le había pegado, según sus
palabras, “el microbio literario”. Era un “lector furibundo”, disponía de la
excelente biblioteca de su colegio, y publicó sus primeros escritos – poemas y
cuentos - en la revista del colegio.
Posteriormente, durante la República, trabajó en algún periódico, pero, según
él, dedicaba más tiempo a “halagar” y “dar coba” que a escribir. Desilusionado,
abandonó ese escenario literario, consciente de que en él, era materialmente
imposible ganarse la vida con la pluma.
“ Más de lo que esperaba, me aficioné pronto a la vida
inglesa, y me enamoré de su campiña”- decía Barea, feliz por haber encontrado
el sosiego que tanto había buscado para escribir.
En Junio de 1939 publicó Barea su primer cuento – UN ESPAÑOL
EN HERTFORDSHIRE – en la revista política semanal The Spector, y un año
después, gracias a la intervención de su esposa, consiguió un contrato con la
Sección de la BBC para América Latina, para escribir y presentar de Juán de Castilla. Este programa se mantuvo
durante toda la vida de Barea, cubriendo 856 charlas a lo largo de 16 años (
dio la última charla un dia antes de su muerte ), y alcanzó tal
éxito, que fue premiado varias veces por los oyentes como “
programa más popular”, y la BBC premió a Barea con un viaje a Argentina,
Uruguay y Chile,a lo largo de 1956, dando numerosas conferencias, firmó libros
y recibió numerosos homenajes, no solo como Juan de Castilla, sino como el
escritor español exiliado Arturo Barea. Este trabajo le proporcionó unos
ingresos estables, que le permitían escribir y vivir, y le hizo crecer su fama
en todo el mundo hispano.
4 ) SUS OBRAS
LITERARIAS. Arturo Barea es universalmente conocido y aclamado
por su obra LA FORJA DE UN REBELDE, una autobiografía novelada, y uno de los
grandes testimonios personales sobre España, a lo largo del primer tercio del
siglo XX. La obra constituye una trilogía, compuesta por las novelas : LA FORJA
( publicada por primera vez en 1941, en inglés, describe la infancia del autor y
su familia, en el barrio madrileño de Lavapiés
a principios de siglo ), LA RUTA ( publicada en 1943, en inglés, traducida
del castellano original por su esposa Ilsa, describe su experiencia personal en
la guerra colonial de Marruecos de los años veinte, y LA LLAMA ( publicada en
1946, también en inglés y traducida por Ilsa, trata de la Guerra Civil, donde
Barea fue testigo presencial desde dentro del bando republicano, como jefe de
la Oficina de Censura de Prensa).
La Forja de un Rebelde, completa, se publica por vez primera
en 1946, en Nueva York, en inglés, y es aclamada como “obra maestra”,
“contribución invalorable para el conocimiento de la España moderna”, “libro de
enorme mérito literario”,y como “una de las grandes autobiografías del siglo
XX”. Entre 1948 y 1952 la obra se traduce a más de diez idiomas, que convierten
a Arturo Barea, en el quinto escritor español más traducido del mundo, tras
Cervantes, Ortega y Gasset, Lorca y Blasco Ibáñez. La hermana de Ilsa, hizo la
traducción de la novela, del inglés al danés, y alcanzó tal éxito que Dinamarca
llegó a presentar la candidatura de Barea al Premio Nobel.
La primera edición en castellano se hizo en Buenos Aires, en
1951, publicándose los tres tomos por separado. En España, la trilogía circuló
de forma clandestina hasta la muerte del dictador. La Forja de un Rebelde no se
publicaría en España hasta 1977, treinta y seis años después de su publicación
en inglés y veinte años después de la muerte de su autor. A esas alturas,
Arturo Barea era un escritor español, mucho mejor recordado en su país de
exilio, que en su país de origen.
Mientras Barea escribía la trilogía, ILSA, su esposa y
lingüista experta, la traducía íntegramente al inglés ( a ella le debemos poder
leer hoy la mayoría de los libros de Barea. Algunos fragmentos solo han llegado
hasta nosotros a través de sus traducciones, al haberse perdido los
originales), y al mismo tiempo escribía su libro TELEFONICA, en el que narra,
con gran credibilidad y realismo, los sucesos ocurridos en las quince plantas
del edificio principal de Telefónica en Madrid, entre los días 16 y 19 de
Diciembre de 1936. El hilo conductor son las relaciones laborales y
sentimentales de los protagonistas principales, ANITA ADAM Y AGUSTIN SANCHEZ (
“alter ego” ,en realidad de Ilsa y Arturo ), pero el tema central son las
relaciones de todo tipo que se establecen entre los personajes y las
instituciones que ocupan las quince plantas ( censores, corresponsales
extranjeros, secretarias, refugiados, militares, exiliados, ordenanzas,
hombres, mujeres y niños ), explorando todo lo que portan de valor y miedo, rencor,
duda, bondad y esperanza, así como los conflictos que surgen entre comunistas y
anarquistas dentro del Comité Obrero y por la desconfianza con los extranjeros.
1938 ), los ensayos y
critica literaria HEMINGWAY Y SU ESPAÑA ( 1941 ) y LORCA, EL POETA Y SU PUEBLO
( 1944 ) y la novela autobiográfica LA RAIZ ROTA ( publicada en inglés, en
Estados Unidos, en 1951,y , en castellano, en Argentina, en 1955 ). Después de
la muerte de Barea, serían publicados : EL CENTRO DE LA PISTA ( colección de
cuentos escritos en España y publicados en 1960 ), y PALABRAS RECOBRADAS ( 2000
) Y CUENTOS COMPLETOS ( 2001 ), que contienen la mayor parte de la Critica
Literaria, Charlas Radiofónicas, Reflexiones Políticas e Históricas, Cuentos,
Notas Autobiográficas y Cartas de Arturo Barea.
5 ) LA RAIZ ROTA
. La última novela escrita por Barea y
publicada en inglés, en 1951, hasta hace pocos años, nunca se había publicado
en España. No se trata de una autobiografía novelada y un testimonio personal
de lo que en ella se narra, como ocurre en La Forja de un Rebelde, sino de una
novela de ficción, producto, no de la memoria, sino de la imaginación del
autor. Los personajes son ficticios, aunque el personaje principal, Antolín
Moreno ( un exiliado republicano español llegado a Inglaterra en 1939 ), es un
retrato apenas disimulado del propio Barea, y el escenario de la novela - Madrid, en septiembre de 1949 -, era
desconocido para el autor, que nunca volvería a España, a pesar de tener
pasaporte inglés desde 1948.
En La Raiz Rota, Barea imagina cómo podría ser un viaje suyo
de vuelta a España, en Septiembre de 1949, aprovechando su pasaporte inglés
recientemente obtenido, en qué situación encontraría a su familia diez años
después de su exilio y cómo sería la relación entre ellos; cómo sería la
situación política, económica y social del país y de los ciudadanos,
especialmente de los más desfavorecidos y los perdedores de la guerra. Para
ello, Barea tuvo que hacer un esfuerzo considerable para informarse sobre la vida
española de los años cuarenta, para reconstruirla de la forma más realista y
convincente. Se documentó sobre la realidad social en España a través de las
emisoras de radio y del contacto con otros exiliados y de personas que habían
estado allí. Con desigual acierto, Barea va mostrando “la España negra del
momento”, “el ambiente sofocante y de miedo de los años cuarenta”, “ el hambre
y la pobreza de las clases populares en los años peores de la dictadura”.
La novela, narrada en primera persona por el personaje
principal, Antolín Moreno, describe su vuelta a España, tras diez años de
exilio, para reencontrarse en Madrid con su familia ( esposa e hijos ). El
dilema central de la novela – quedarse el exiliado en España ó regresar a
Inglaterra, en función del resultado del encuentro – permite analizar y
comparar de qué manera la Guerra Civil ha influído para romper las raíces,
tanto de los que tuvieron que exiliarse como de los que se quedaron en España.
El encuentro familiar genera una serie de conflictos sin solución, al
enfrentarse personas con problemas incompatibles entre si y mezclarse con los
fantasmas del pasado, y con falsas expectativas de futuro. Además de esta
descomposición familiar, la novela muestra también el desarraigo del exilio, de
su dolor desgarrador, del sufrimiento de un exiliado desprovisto de su familia,
sus amigos, su lengua y su cultura, es decir, DE SUS RAICES.
Sin duda , también La Raiz Rota reflexiona sobre las
repercusiones de la Guerra Civil en España, devastada y dividida entre
vencedores y vencidos, con estos últimos reprimidos o exiliados, es decir, con
UNA ESPAÑA ROTA
6 ) PUNTO FINAL. Los
padres de ILSA, pudieron escapar de Viena y lograron llegar a Inglaterra,
viviendo en compañía de Ilsa y Arturo el resto de sus días.
Arturo Barea murió de repente en la Nochebuena de 1957, de un
infarto de corazón. Su última novela escrita fue La Raiz Rota . Tenía pensado
volver a España, tras la muerte del dictador. Su exilio se convirtió, así, en
un exilio sin retorno.
En una carta escrita a su amiga Margaret Weedon, el 25 de
Diciembre de 1957, un día después de la muerte de Arturo Barea, dice Ilsa : “
Ese algo que nos había juntado, instándonos a que hiciésemos algo de nuestras
vidas, me ha regalado 21 años de vida en común . Al principio, yo me había
conformado con solo diez años de plenitud y de amor, pero después fui mucho más
codiciosa. Como decíamos los dos : "NADIE ME PUEDE QUITAR LO QUE HE
TENIDO, NI LO QUE YO SE QUE HA TENIDO ÉL. ES HERMOSO DESPUES DE TODO Y ESTOY
AGRADECIDA”.
En 1966, tras la muerte de sus padres y de Arturo, Ilsa
regresó a su Viena natal, instalándose en un barrio obrero en donde le fue
asignada una vivienda protegida, colaborando hasta su muerte con la prensa
socialista, e instruyendo a jóvenes delegados del Sindicato Ferroviario, lo que
le permitió cambiar su apodo de antaño en España, “ILSA DE LA TELEFONICA”, por
el de “ILSA DE LOS FERROVIARIOS”.
Ilsa Barea Kulcsar, falleció en Viena, el día 1 de Enero de
1973.
MANUEL JIMENEZ
ALBACETE – FEBRERO - 2024