LA TEJEDORA DE SUEÑOS– ANTONIO
BUERO VALLEJO
DATOS BIOGRÁFICOS:
Su infancia, que transcurre en Guadalajara hasta 1934, está muy centrada en la vida familiar y en la figura “cultural” que le transmite su padre, y a pesar de que ya muestra inclinaciones hacia la escritura, cuando se traslada a Madrid se matricula en la Escuela de Bellas Artes, aunque le sigue atrayendo el teatro y por ello se afilia a la FUE en su afán de corregir las injusticias sociales, que él mismo afirma, le inspiraron toda la vida, aunque con el paso de los años “de forma más reflexiva y conflictiva”…
Con
el inicio de la Guerra, se interrumpe su carrera y al inicio de 1937 es
movilizado con su quinta. 1939 le coge en Valencia y aunque intenta regresar a
Madrid, la Guardia Civil lo encierra en la Plaza de Toros, y posteriormente en
el Campo de Concentración de Soneja (Castellón) donde ya comienza a sufrir los
rigores del sistema. Un salvoconducto colectivo lo devuelve a Madrid y entre el
miedo a ser encerrado de nuevo se oculta y trabaja en una organización
clandestina, que es denunciada y tras el juicio por “adhesión a la rebelión”,
trasladado a la prisión de Conde de Toreno en Madrid. Con el miedo a una
ejecución rápida, surge su admiración y acercamiento a la figura de Dostoyevski
con quién se identifica. Poco tiempo después llega a la cárcel Miguel
Hernández, a quién había conocido en 1938 en Benicasin, y también condenado a
muerte…esta cercanía generaría una gran amistad y un alivio carcelario. Cuando
a ambos se les conmuta la pena de muerte por treinta años de prisión, se
separan, y tras un rosario de presidios por toda España, Buero regresa a Ocaña
en donde en 1946 obtiene la libertad condicional…Han pasado diez años y ya nada
volvería a ser igual: la vuelta a la vida sin rencor alguno pero condenando
cualquier enfrentamiento fratricida, y la certeza de que el frio y las penurias
han destrozado sus dedos y por lo tanto, truncado su vocación de pintor…
Desde
su estancia en la cárcel ha visto crecer sus dotes de escritor, y tras el intento
fallido de escribir una novela, redacta su primera obra de teatro: “En la
ardiente oscuridad”. Animado por los compañeros de tertulia de café, García
Pavón, Arturo del Hoyo o Vicente Soto, continua escribiendo y en 1947 ve la luz
“Historia de una escalera”, casi autobiográfica de su momento vital, y que
sería premiada en 1949 por el jurado del Lope de Vega en el concurso convocado
por los “Amigos de los Quintero” y estrenada el 14 de octubre de ese mismo año;
fecha considerada por la crítica como el momento de arranque del mejor teatro
español de la posguerra...Desde su estreno, mitificada y sin embargo no bien
entendida en aquellos difíciles años de posguerra, marcaría la trayectoria de
toda su obra que ante cada estreno suscitaba apasionadas críticas y feroces
desprecios, aunque el autor, lo que realmente pretendía era hacer un teatro que
superase el mero entretenimiento para convertirse en instrumento de cultura
capaz de plantear con honradez los problemas que todo hombre debe tener
presente , y hasta las preguntas sin respuesta con las que es necesario
encararse…
Premiado
en muchas y variadas ocasiones, recibió el Premio cervantes en 1986 y el
Nacional de las Letras en 1996. En 1972 pronunció su discurso como miembro de
la RAE. Sin duda el más importante dramaturgo tras la Guerra Civil, definió así
su carrera: “El teatro es una de las más
duras carreras del mundo, pero a la vez, merece la pena. “
Falleció
en Madrid el 29 de abril del año 2000.
(Datos
biográficos reseñados en la edición de Luis Iglesias Feijoo- Cátedra 2000)
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“LA TEJEDORA DE SUEÑOS”
Estrenada en Madrid el 11 de enero de 1952, es una obra dramática dividida en tres actos que recrea el mito de Penélope y Ulises, dándoles una vida nueva y sobre todo, una visión transformadora…La acción se sitúa en el palacio del reino de Ulises y en los aposentos de Penélope donde esta trabaja en tejer de día y destejer de noche un sudario, mientras espera el regreso de Ulises de la Guerra de Troya durante veinte años tratando con ello de desesperar a su pretendientes…
El
primer acto escenifica la situación de Penélope y la presencia de sus
pretendientes, arrullados por el canto del coro de sus esclavas y la presencia
celadora de Euriclea su nodriza. Durante el segundo acto, aparece el “estranjero”
que traerá noticias de Ulises y comienza a crecer la tensión entre los
pretendientes que alentados por la esclava Diane - enamorada de Anfino, el
pretendiente más “noble” de Penélope, y de quién a su vez está enamorado
Telémaco, aunque rechazado violentamente por ella y a quién su madre intenta
alejar de su influencia – pretenden descubrir el verdadero secreto que guarda
Penélope en su telar…En el tercer acto, el de más acción, Telémaco ayuda a su
padre Ulises - el extranjero - a desenmascarar a los pretendientes,
proponiéndoles un concurso con su arco – el mismo con el que había enamorado a
Penélope para obtener su mano – desencadenando así la tragedia y desvelando la
“personalidad e intenciones” de cada uno:
- Penélope, se revela
como una mujer cansada de esperar, consciente del paso de los años y las
huellas del tiempo, capaz de amar a otra persona que tiene una sensibilidad
diferente a la del “hombre guerrero”.
- Ulises por su parte
deja de ser el héroe fiel, y se convierte en un ser que reclama lo que cree
pertenecerle aunque se haya alejado y olvidado durante veinte años,
pretendiendo que todo vuelva a ser como en el pasado y sin renunciar a
cualquier modo de lucha para conseguirlo.
- Anfino es su
contrario, fiel a sí mismo y al amor de Penélope hasta elegir la muerte antes
que una derrota moral a manos un perdedor como Ulises, que sólo vence con su
fuerza física…”Me matas – le dice a
Ulises – porque tú ya estás muerto. Morir en vida, es peor”
- Euriclea es la
nodriza de Penélope a quien ayuda siempre, y consigue el perdón para las
esclavas y la horca para Dione, a quien reconoce como autora de toda la intriga
contra su dueña…
- Telémaco, es un
personaje sin fuerza moral, que solo suma venganza y que aplaude la violencia
con la que su padre “limpia” el desorden del palacio a su regreso, en vez de
apoyar a su madre…
En
definitiva, todos los personajes dejan de ser héroes y se convierte en humanos,
con sus miserias y sus grandezas, atados a un destino que no quieren y al que
probablemente no saben rebelarse…quizás se puedan salvar Afino y Penélope por
creer en la redención del amor y de la dignidad…
La
transformación que hace el autor de los mitos clásicos se podría definir
brevemente:
- En un alegato
contra toda guerra y sus terribles y deshumanizadas consecuencias…
- E igualmente una
defensa de la potencia de la mujer enfrentada a un rol que no acepta, y que es
capaz de romper con cualquier atadura que pretenda someterla.
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Siempre
me ha fascinado el Teatro, y además de la representación incluye la lectura…y
como ahora el tiempo da para mucho, he vuelto a releer “El tragaluz” cuya representación ya se movía entre girones
de olvido, y “La fundación” que no he visto representada, pero de cuya lecturas
hacia finales del siglo pasado apenas se sostenía una idea sin perfiles. Me ha
parecido una genialidad. La recomiendo. Y sugiero que, si un día, cualquier
día, regresamos a la “normalidad”
podamos ver su representación.
Entre
tanto, por si alguien está interesado, le recomiendo un artículo muy completo
sobre la obra: Antonio Buero Vallejo: “La fundación” . (Publicado el 24 marzo, 2018 por Simón Valcárcel Martínez - leeryescribirblog.wordpress.com)