EL SEÑOR DE LAS MOSCAS. William Golding


El lector se adentra en una situación extrema a través de los ojos de unos
niños que, en ausencia de adultos, se ven obligados a organizar su existencia
como creen que aquellos lo harían. En este contexto, la razón, la bondad y el orden se
oponen a la maldad y a la crueldad.
Es un recorrido alrededor
de lo bueno y lo malo del ser humano expresado a través del comportamiento de
este grupo de niños abandonados a su suerte. Intentan sobrevivir pero las
diferencias entre Ralph y Jack hace que se formen dos grupos cuya tensión lleva
a la lucha entre civilización y barbarie
encarnadas en la diferente forma de pensar y actuar ambos chicos.
Jack, al contrario, representa la parte más salvaje del hombre que trae aparejada la fuerza bruta, la violencia y en definitiva la crueldad. No duda en usar su superioridad física para formar otro grupo y someter a algunos por el terror que les inspira. Su irracionalidad lleva a los niños a comportamientos extremos como quemar la isla en su afán de matar a Ralph.
Piggy encarna la razón y
la cordura las cuales al morir él y destruirse la caracola, el símbolo,
desaparecen. Era víctima de burlas por su gordura, su asma y sus gafas ¿Puede
interpretarse como un antecedente del bulling o acoso escolar de nuestros
tiempos? Es un niño que, en medio del caos, conserva su cordura y siempre
intenta con unos y otros, a pesar de su timidez, hacer que mejore su
comportamiento y guiarles con la razón.
Goldin, en este libro que
más parece un ensayo que una novela, articula una fábula en la que civilización
y barbarie entran en colisión. Quizás intenta responder a la eterna pregunta
¿Es el hombre malo o bueno por
naturaleza? Parece que él se decanta por la maldad innata y por la necesidad de
darse unas normas que hagan posible la convivencia pacífica respetando a los
miembros del grupo.
Es una novela bastante
asfixiante. El autor ahonda en lo más tenebroso del alma humana. Se llega casi
sin aliento al final del libro:
“Y en medio de ellos, con el cuerpo sucio, el pelo
enmarañado y la nariz goteando, Ralph lloró por la pérdida de la inocencia, las
tinieblas del corazón del hombre, y la caída al vacío de aquel verdadero y
sabio amigo llamado Piggy”
Mª JOAQUINA