martes, 3 de mayo de 2022

 

      COMENTARIO DEL LIBRO: “Del color de la leche”


Autora: Nell Leyson (2013). Recibió el Premio a la Mejor Novela según los libreros de Madrid.
Nell Leyson nació en 1962, es una escritora británica cuyo trabajo alterna entre prosa, teatro y obra radiofónica. Ha estado enseñando durante 27 años y ha pasado los
últimos 17, especializándose en dar voz a personas marginadas, en entornos de prisiones, de salud mental, con la comunidad gitana y con pueblos aborígenes. Es una prestigiosa dramaturga que ha podido representar en el Globe Theatre de Shakespeare.

El color de la leche es un relato sobrecogedor, apasionante, que te atrapa desde la primera página, tanto por su forma como por su contenido, y que no puedes dejar de leer hasta que llegas al final.

Mary, la protagonista y narradora, cuenta directamente al lector su historia, en cinco capítulos, relacionados con las estaciones del año, empieza y termina en primavera. Cada capítulo esta introducido por un texto similar, más o menos con este contenido;


“este es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano.

en este año del señor de mil ochocientos treinta y uno he llegado a la edad de 15 años y estoy sentada al lado de mi ventana y veo muchas cosas. Veo pájaros y los pájaros llenan el cielo con sus gritos, veo los árboles y veo las hojas.

            y cada hoja tiene venas que la recorren.

            y la corteza de cada árbol tiene grietas.

            no soy muy alta y mi pelo es del color de la leche.

            me llamo mary y he aprendido a deletrear mi nombre, eme, a, erre, i griega, así es como se escribe.”

En el primer capítulo: PRIMAVERA describe las características de su contexto familiar: una granja aislada en el medio rural en Inglaterra en la mitad del siglo XIX, en la que todos los miembros trabajan de sol a sol, excepto el abuelo paterno, impedido para caminar y para trabajar por parálisis en ambas piernas, a causa de la caída desde el almiar, por esta razón, está completamente rechazado por los padres de Mary; la madre llega a afirmar que para lo que sirve debería de estar muerto.

La única relación interpersonal de afecto que se da en casa de Mary, es entre ella y su abuelo, pero siempre ocultándose de los demás, porque consideran que pierde el tiempo, que es vaga, cada vez que la encuentran atendiéndole. Es ella la que lo levanta, lo asea, le da de comer, lo cuida y hay una relación de cariño entre ellos.

Las cuatro  hijas y el abuelo reciben malos tratos por parte del padre, en cuanto las encuentra que no están haciendo la tarea que tienen asignada las apalea. La madre, en ningún momento, sale en defensa de ninguna de ellas. Se podría afirmar que su vida y su alimentación valen menos que la de cualquier animal de la granja, ellos están atendidos adecuadamente, ellas no, una taza de té, un trozo de pan y manzana rallada, es su alimentación todas las mañanas.

Las experiencias de las cuatro hermanas se limitan al entorno de la familia y del trabajo de la granja, nunca han salido de ese ámbito. No han ido a la escuela y ninguna de ellas sabe leer ni escribir porque son herramientas que no les sirven para trabajar más y mejor. Todas son rechazadas por el padre por haber nacido mujeres, él quería hijos varones que podrían tener una mayor carga de trabajo y por tanto traer más beneficios económicos para la familia, único interés que expresa el padre a lo largo de la novela. Mary, además de ser albina, es también rechazada porque nació con un defecto físico, tiene una pierna que arrastra y la cojera no le permite ir al mismo ritmo que las demás. Un día que no puede dormir sale de la casa y observa que entra un hombre en el granero, se acerca y ve que está encima de su hermana Violet.

VERANO:

 Mary es una mujer rebelde, valiente, observadora, trabajadora y responsable, con un mundo interior que le lleva a hacerse muchas preguntas, que no se calla ante lo que ella considera que es una injusticia y es lo que va a hacer el día que su padre la manda a trabajar a la vicaría, a cuidar a la mujer del vicario que está enferma. Le pregunta, por qué ella es la que tiene que ir, el padre dice que con esa pierna no puede hacer el mismo trabajo que las demás y además que le van a pagar por ello. Será el abuelo el único que le dará ánimos, le dice – lo harás bien y podrás librarte de tu padre-, ella no quiere irse de la granja.

El padre la obliga a acompañarlo y la deja en la casa sin más contemplaciones. Mary advierte al lector: que ella nunca ha dormido sola, que siempre lo ha hecho con una de sus hermanas, que nunca se ha relacionado con otras personas y que no ha traspasado los límites de la granja.

Habla de su vida en la vicaria, de su ignorancia (no sabe lo que es una almohada, una sábana, no sabe usar el reloj…), del asombro ante todos los espacios y objetos que hay en la casa; de la relación con Edna. Todo el tiempo quiere hacer tareas, dice las cosas como las siente. Manifiesta claramente que ella no quiere estar allí, que la han obligado, pero que ella quiere volver a su casa.

Tanto el vicario, el señor Graham, como su esposa, tratan de ayudarla para que se encuentre bien, pero es necesario que le pidan que se quede a cuidar a la señora, porque ella quiere todo el rato volver a trabajar a la cocina con Edna, que es quien le va a enseñar las costumbres y cómo tiene que hacer las cosas.

Extraña todo, dormir sola, cuidar de la casa que ella ve reluciente y que le parece que no es un trabajo que aporte nada útil. Pero establece una buena relación con la señora que le agradece su compañía.

Una mañana de verano el señor Graham le deja que vaya a ver a su familia a la granja. Allí encuentra que han dejado sin levantar y sin comer al abuelo. Lo levanta, lo lava y le da de comer. Les recrimina por no cuidarlo. Cuando Mary llega a la vicaria, se pone las ropas con las que llegó y sin decir nada se vuelve a la granja, el padre cuando la ve llegar, la lleva a rastras de vuelta y le dice que eso no vuelva a ocurrir.

OTOÑO:

Como en los capítulos anteriores Mary cuenta el trabajo que le está costando escribir el texto, que tiene que parar de escribir porque le duele la mano y tiene calambres en el brazo, además manifiesta que no le gusta lo que tiene que contarnos.

La señora le hace confidencias de su infancia, le dice que su padre no era una persona amable, que vivía en África y que no quería que fuera a la escuela, pero que su madre se vino con ella a Inglaterra y le puso una institutriz. Le cuenta como conoció al vicario y que fue muy amable con ella. Que tuvo una hija que murió al poco de nacer y después que tuvo a Ralph. Mary se da cuenta que Ralph es el hombre que estaba encima de Violet, desconfía de él. Un día que no puede dormir y que sale de la casa se lo encuentra en el cementerio y le dice que vio lo que le hacía a su hermana, el se ríe de ella y le dice que son cosas de granjeras.

Cuando el hijo se va a estudiar a la universidad, el estado de salud de la madre empeora, Mary la cuida con esmero, llegando a bajar su cama al cuarto de estar para estar más cerca de ella, pero ella muere. El vicario encuentra a Mary en el cuarto de estar de su esposa, ordenando los libros y le pregunta si sabe leer y si alguien de su casa sabe leer.

Siete días después del entierro la llama a su despacho, le dice que ha hablado con su padre porque quiere que se quede con él, le dice que le va a enseñar a leer en la Biblia, le enseña dos letras y se da cuenta de lo rápido que aprende y del interés que tiene. Le regala un cuaderno de cuero negro.

Un día llega su hermana Beatrice y le dice que le ha mandado su madre porque el abuelo se niega a comer. Mary va a la casa y se da cuenta que es una treta del abuelo para volver a verla, lo arregla, le da de comer y le cuenta que está aprendiendo a leer. Ve a Violet y se da cuenta que está embarazada, le dice que su padre no le deja quedarse con el bebe.

INVIERNO

Encuentra a Edna haciendo la maleta, le dice que el señor Graham le ha dicho que se tiene que ir porque no hay trabajo para las dos. Mary busca al señor Graham y le dice que no es justo que ella estaba antes y que ese es su hogar, pero él no cede.

A partir de ese momento empieza a abusar de ella. Está desconcertada, pero quiere aprender a leer y a escribir; él le dice que tendrán que llegar a un acuerdo si quiere aprender. Comienza a meterse todas las noches en su cama y a violarla. Le dice que si se deja el no le hará daño y que sabe que está mal lo que hace, pero que está muy solo y que le hace muy feliz. Ella le recrimina su conducta, pero no consigue que cambie.

Un día llega Hope, le dice que Violet ha tenido un hijo, que tiene el pelo del color de la leche, que su padre ha hecho que su madre se quede al niño como hijo suyo porque es un varón..

Después de Año Nuevo entra en el cuarto de estar, coge un libro, Mary se da cuenta que ya sabe leer. A partir de ese momento le rechaza cuando sube por la noche, le dice que no quiere seguir allí, subió a su habitación y se acostó vestida. Después sube él, ella le pide por favor que la deje. La sujeta por las muñecas y la viola, después se tumba a su lado y se duerme, ella nota que tiene el hilo de cortar el queso en el bolsillo del delantal y le corta el cuello.

Vuelve a su casa, se despide del abuelo después de demostrarle que sabe leer y se vuelve a la vicaría para enfrentarse a lo que ha hecho

PRIMAVERA

Un final sobrecogedor. Dice que ha tenido que escribir muy rápido porque no tiene mucho tiempo. Lo hice sin ninguna premeditación; pero no fue una cosa sin ninguna provocación.

Todo lo que he dicho es verdad, excepto una cosa, no estoy sentada al lado de la ventana. Aquí dentro no tengo ventana, tengo una silla, una mesita, una cama; papel, tinta y secante y una cacerola para hacer pis. Tengo una puerta que se abre cuando me traen la comida. No veo lo que hay fuera, pero el mundo sigue dentro de mi cabeza.

Hay otra cosa que quiero contarte. Mi tripa se hincha, he vomitado mientras escribía, sé que voy a tener un bebé, pero si lo digo me lo van a quitar. Mi bebé se va a morir conmigo, dentro de mí, nunca se va a manchar de sangre.

No tengo nada más que contarte, voy a secar mis palabras y entonces ya seré libre.

Este capítulo fue el que más discrepancias planteó, unos lo veíamos como una decisión valiente y a favor de su hijo, otros pensaban que no tenía derecho de decidir por él.

La valoración general del libro fue muy alta, se hablo mucho de las situaciones de abuso de poder en los contextos tan desfavorecidos; de la importancia de la educación de las mujeres que en muchos países aún no se ha conseguido; de la inmoralidad del vicario y de su hijo; de los abusos de las familias solo ocupadas en obtener beneficios, de las limitaciones que supone la inexistencia de vínculos afectivos, que muchas veces van unidas a situaciones de pobreza y miseria, a economías de subsistencia

GLORIA ESPINILLA