sábado, 17 de diciembre de 2016



FELIZ NAVIDAD





“Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar” de Charles Dickens



Queremos felicitaros estas Fiestas a todos los que visitáis nuestro blog regular o esporádicamente. Aquí dejamos el testimonio de nuestra alegría compartida y os animamos a seguir disfutando de la lectura porque ya sabéis ”Todo está en los libros”




Es nuestra compañera Pepa quien, una vez más, nos ofrece la expresión de su vena poética como felicitación navideña:

Silenciosa tarde de otoño.
La hora del ocaso, luz escasa,
hielo en el aire, y un cielo gris y opaco.
Como una ráfaga fugaz
cruza por mi mente el recuerdo
de esas tarde de verano
cálidas, y doradas, y rosa,
de cielo azul, cobalto y despejado
en el que ya se dibujan algunas estrellas,
o la, aún pálida, luna creciente.

Silenciosa tarde de otoño.
Hora de oración, de recogimiento,
de imposibles sueños,
de pensamientos sinceros,
de inagotables recuerdos.
Me gustan los atardeceres,
esos momentos íntimos
para la reconciliación con el pasado,
para  la contrición y el perdón,
para la contemplación y el éxtasis.

Silenciosa tarde de otoño.
La hora del ocaso, luz escasa,
hielo en el aire, y un cielo gris y opaco.
Breves instantes
para sentirse vivo,
conforme, agradecido.

Y esperar la noche a cambio de nada.
Porque mañana…
Sí, tal vez…mañana
   
Pepa Sirvent

 ¡NO PERDÁIS NINGUNA OCASIÓN DE SER FELICES!




jueves, 8 de diciembre de 2016



DESGRACIA. John Maxwell Coetzee
 (Ciudad del Cabo, 09 de Febrero de 1940).

“Cuando la incomprensión abre la puerta a la violencia”.

           
Desgracia” es una obra compleja, muy directa, con un léxico duro rayando a veces los límites del buen gusto, que se desarrolla en la Sudáfrica todavía inmersa en los devastadores efectos del Apartheid y consta de dos partes bien diferenciadas: La primera nos relata la vida rutinaria de David Lurie, el protagonista, profesor Universitario que actuando con un acervado cinismo y arrogancia, está por encima del bien y del mal, imbuido en una apatía existencial y vocacional, rota únicamente por las relaciones íntimas a golpe de impulsos que va manteniendo con mujeres muy variopintas de toda clase social a las que despersonaliza por completo. Esta actitud casi autodestructiva, origina el obligado abandono de su carrera cuando estas relaciones se llevan a cabo con una de sus alumnas (Melanie Isaacs), desembocando en la huida a una de las zonas más deprimidas de Sudáfrica donde su hija, (Lucy Lurie), es propietaria de  una granja y sobrevive usándola como residencia canina y cultivando flores para su posterior venta en el mercado local.
           
            Aquí es donde comienza la segunda parte de la novela, dejando atrás la frivolidad del principio y tornándose con un cariz desolador, sórdido, desesperanzado y de una extrema violencia cuando padre e hija son víctimas de una agresión por parte de tres individuos de raza negra, que poco a poco irá distanciándolos  en la forma de afrontar tal Desgracia; ahora la seguridad y soberbia de David se desmoronan, se ve obligado a  recibir ayuda de todos aquellos que internamente le inspiraban desprecio  y esto va a ir provocando que se humanice a medida que transcurren los acontecimientos.

            El personaje de Lucy, se nos muestra como una mártir, una sufridora que trata de expiar el simple hecho de ser blanca, ella es el objeto del odio racial, representa a ojos del hombre negro, la desfachatez del colono que se apodera de lo que no es suyo y cree estar justificado  por el mero hecho de asentarse sin darle permiso y sin pedir perdón por los desmanes posteriores, y a pesar de todo ello, es reacia a seguir los dictámenes que le marca su padre de alejarse de aquella comunidad que tanto daño le ha hecho.

            Aunando los dos mundos (el colonial y el mundo negro) está Petrus, empleado de la granja, un ser siniestro, frio, calculador, que bajo la fachada de su ignorancia y simplicidad, sueña con grandes aspiraciones de terrateniente sin importarle como tenga que conseguirlas. Va a representar en la diferente manera de ser tratado tanto por David como por Lucy, la bipolaridad de sentimientos que la raza negra infunde en la obra: rechazo, miedo, desconfianza, desprecio……, pero también el reconocimiento de su legitimidad como dueños morales de la tierra, acreedores de un peaje que Lucy estará dispuesta a pagar por sentirse integrada en la comunidad.

            Otro personaje clave es Bev Shaw, amiga de Lucy, una mujer sencilla, sin atractivo, algo anodina a primera vista pero que con su trabajo de voluntaria en la Perrera, intenta aliviar el sufrimiento de estos animales y acompaña en sus últimos días a los que deben pasar por el trance de morir, dándoles el protagonismo y la importancia que nadie les ha brindado nunca. Es la artífice de uno de los momentos más conmovedores y compasivos de la obra, consiguiendo que germine en David un sentimiento de piedad como no lo había experimentado con ningún ser humano; su escepticismo se resquebraja cuando descubre  que poseen “alma”.

            Finalmente, la obra nos deja un regusto amargo porque no vislumbramos ningún atisbo de esperanza en el porvenir; sus personajes, que se nos muestran sin un pasado, vegetan en un presente caótico y cruel, avocados a vivir sin un futuro.

Esther Moreno Sánchez.



sábado, 3 de diciembre de 2016


EDUARDO MENDOZA, PREMIO CERVANTES 2016




A estas alturas, todo el mundo, al menos el literario, sabe que el Premio Cervantes, el galardón más prestigioso de las letras en lengua española, ha sido otorgado al escritor Eduardo Mendoza, nacido en Barcelona en 1.943.

A los lectores que lo seguimos –al menos ese es mi casodesde la publicación de su primera novela, La verdad sobre el caso Savolta, este reconocimiento a su buen hacer nos llena de satisfacción, al tiempo que sentimos el pequeño orgullo de que nuestras preferencias literarias hayan sido refrendadas por los sesudos intelectuales integrantes del jurado.

 Eduardo Mendoza pertenece al grupo de grandes escritores (Galdós, Dickens, Tolstoi, Mark Twain, Kundera y un larguísimo etcétera) que no sólo se reconocen deudores de Cervantes y de su Quijote sino que, además, lo tienen a gala.

En el caso de Mendoza han sido numerosas las declaraciones y escritos que ha hecho referentes a este tema. He aquí algunas:

“Cervantes ha tenido una enorme influencia en mí como escritor y como persona”
“Cuando leí El Quijote, en el Preuniversitario, me quedé inmediatamente abducido. Me di cuenta de que se puede escribir literatura sin perder la sonrisa”.
“Lo que caracteriza a Cervantes es la sencillez, la elegancia y el buen rollo.”
En Mendoza, desde sus novelas más serias y documentadas como La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los Prodigios, como en las más desquiciadas e hilarantes peripecias del orate detective de El laberinto de las aceitunas o El tocador de señoras, se entrevé una fina capa de ironía, un amor hacia sus personajes y, como, el mismo dice “sencillez, elegancia y buen rollo”, de origen claramente cervantino.

Por último, y aprovechado que estamos entre amigos, me atrevo a recomendar – ya lo hice en este mismo blog con otra de sus obras: Una comedia ligera– que ésta es una buena ocasión para que aquellos que no lo hayan leído lo hagan y los que ya lo conocemos para releer alguna de sus obras.

Juan Cuerda.






domingo, 20 de noviembre de 2016

UN LARGO SILENCIO. ANGELES CASO


Este libro se publicó en el año 2000.

La postguerra, el regreso, la desolación y el desamparo es el paisaje en el que se ven inmersas las mujeres de la familia Vega frente a la realidad.

La guerra fratricida ha dejado una sociedad fracturada, dividida, atemorizada ante las represalias que arrebatan los sentimientos rompiendo los vínculos que los unían.

Es el largo silencio el que se impone como defensa ante los acontecimientos vividos, el miedo, la inseguridad para afrontar la vida y seguir adelante.

La autora trata de plasmar las consecuencias que en la vida de estas mujeres tendrá la postguerra. Así nos va narrando como crónicas la lucha para superar las dificultades, la incomprensión que las enfrenta a las miserias, el dolor por la pérdida de los seres queridos, el abandono familiar, el sacrificio, la impotencia, el desamor…

Es el largo silencio que las familias mantuvieron ante la división de la sociedad lo que mejor está reflejado, la claudicación mirando al futuro de las nuevas generaciones. Se hizo el silencio.

El libro ha despertado un largo debate. Para la mayoría refleja la situación de esa época con sencillez y sin intentar ir más allá de los hechos constatados. Los personajes están bien retratados. Ha sido una novela que les ha gustado y la recomendarían a otros lectores. Para otros, el relato no ha profundizado en la complejidad de ese momento social. Se la ha considerado una novela muy floja para un tema importante.


LOURDES
LA BUENA TIERRA. PEARL S. BUCK


 Autora: Pearl S. Buck, publicado en 1931. Es el primer libro de una trilogía sobre una familia China durante tres generaciones, que fue llevado al cine en el año 1937.

Es una novela que refleja la situación de la sociedad rural china antes de la revolución comunista. Es un relato con un lenguaje muy sencillo y fácil de leer, escrita en tercera persona, siempre desde la perspectiva del principal protagonista Wang Lung: todos los personajes y los hechos están narrados desde su punto de vista, sus emociones, desde sus sentimientos...

Es una historia humana, profunda, que describe las características del alma oriental, de su capacidad para superar la adversidad, para enfrentarse, con gran estoicismo, a las circunstancias terribles que les plantea un trabajo vinculado a la tierra y a las vicisitudes que esta les plantea de hambruna, miseria o abundancia porque su trabajo depende exclusivamente de ella.

Wang Lung es un humilde labrador que vive en una pequeña aldea, en una casa de tierra con tres habitaciones, dedicado a cultivar la tierra y a cuidar de su padre. Es una buena persona con grandes valores humanos como se revela a lo largo del relato.

La historia comienza el día que va a recoger a la que será su esposa a la ciudad próxima a su aldea. Casamiento que como en todas las familias chinas ha acordado su padre y ha elegido para él una esclava de la gran casa Hwang, que no es bonita, que tiene unos pies grandes, porque según el padre “así será una mujer con capacidad de trabajo y pocas exigencias”, esto liberará al hijo del trabajo diario del cuidado de la casa, de la atención al padre y  además podrá ayudar en el campo.

Es un bello relato todo lo referido a su apocamiento ante la nueva situación en la gran casa donde se siente perdido y ridiculizado; a cómo va observando a su mujer O’Lan el personaje más hermoso de la obra, que se va revelando como una mujer humilde, callada, muy trabajadora y sufrida, que va a tener un papel muy relevante por su valentía, inteligencia, sabiduría y gran prudencia, en la superación de las grandes dificultades a las que se va a tener que enfrentar la familia en las épocas de sequía, de hambruna, ante los embarazos y los partos que lleva a cabo sin ninguna ayuda.

Él se siente satisfecho y agradecido porque se da cuenta de la gran fortuna que ha tenido con esa mujer, le ha dado muchos hijos y le ayuda en todo sin pedir nada a cambio, pero no se lo dice en ningún momento porque en ese medio cultural se consideraba algo indigno que el hombre le dijera a una mujer lo que valía, se le consideraría como un hombre débil .

O’Lan se convierte en una pieza clave para la supervivencia de todos,  ha sido una esclava desde los siete años cuando la vendieron sus padres en otra época de gran hambruna, lo que le enseñó a luchar y sobrevivir frente a las dificultades. Esto la hará tomar en algunos momentos decisiones importantes: matará al buey para que sus hijos no mueran de hambre; orientará a su marido en la compra de nuevas tierras; va a saber conducir a sus hijos para enfrentarte a la miseria, les enseñará a pedir para no morir de hambre; les dará de comer un trozo de carne, frente a la oposición del padre, porque uno de los hijos lo ha robado, es un alimento y no lo puede desaprovechar cuando están hambrientos; gracias a un golpe de fortuna en una revuelta popular dentro de un palacio, va a “robar, llevarse” unas joyas que encuentra, lo que les permitirá salir de la penuria, volver a su tierra y alcanzar una situación económica desahogada que le llevará a Wang Lung a comprar nuevas tierras;  le permitirá poder educar a sus dos hijos mayores; construir una casa nueva; contratar trabajadores para sus tierras.

Cuando Wang Lung logra una gran fortuna trabajando en sus tierras, con la ayuda de O’Lan y de su amigo Ching, comienza a imitar el comportamiento de los hombres ricos, deja de trabajar directamente en el campo, primero por una gran inundación y después porque ya tiene trabajadores que lleven la tierra. El ocio le lleva a la ciudad, a visitar las casas de te, a dejarse influir por la vida fácil, los malos consejos de su tío y a desear a las mujeres bonitas, enamorándose perdidamente de Loto una concubina que hará su segunda mujer, ahí comenzarán nuevas dificultades, se hará patente su insatisfacción y su desprecio hacia O’Lan, ya que se da cuenta (rechaza) su fealdad y rudeza y con gran egoísmo la desprecia.

La mejora económica no supone ninguna ventaja para ella, sigue haciéndose cargo de todos los trabajos derivados de la familia y del mantenimiento de la casa, pero sabe mantener su dignidad y separar la presencia de la segunda esposa en la casa, con la vida de su familia a pesar del gran sufrimiento que ello le supone.

Solo al final de la obra y cuando Wang Lung  se hace consciente que O’Lan se muere,  la acompaña hasta el último momento y le surgen remordimientos por su falta de reconocimiento de su primera mujer, aunque en el fondo piensa que ha sido un buen marido porque nunca la ha golpeado.

El hecho de alcanzar un reconocimiento social y riqueza no satisface a Wang Lung,  no es feliz cuando se traslada a vivir a la casa grande por decisión del hijo mayor; no consigue que se entiendan sus hijos y nueras, al final de su vida volverá a su casa en el campo con Flor del Peral, una joven esclava que ha comprado y que lo aprecia por su bondad y que será la persona que se responsabilice, cuando él  falte, de la hija mayor, “la pobre tonta” como el la llama y por la que siente un gran cariño

La obra a través de sus numerosos personajes hace un relato de las costumbres y tradiciones chinas y de su valores supremos:

-          La veneración y respeto por los ancianos, por su sabiduría, aunque también deja traslucir la tiranía que imponen en todos los aspectos sobre los hijos, tomando por ellos todas las decisiones personales claves: trabajo, estudio, elección de esposa, etc.
-          La permanencia de todos los hijos varones de la familia en la casa del padre con sus familias.
-          El mantenimiento y cuidado de toda la familia extensa del padre, que en la obra se va revelar como un gran inconveniente por el egoísmo, la falta de laboriosidad para mantener a su familia con su propio trabajo de un hermano del padre y de su familia, que les lleva a convertirse en parásitos y depredadores de la familia de Wang Lung porque viven todos a su costa
-          El valor del propio trabajo para progresar en la vida.
-          Su respeto y vinculación con la tierra que para los campesinos chinos supone su máxima riqueza.
-          El l estoicismo frente a la adversidad

También están muy bien descritas las grandes limitaciones que suponen esas y otras tradiciones:

-          La valoración del poder de los dioses en los que creen, ya que piensan  que van a enfurecerá y a castigarlos con nuevas desgracias si se enorgullecen de las cosas buenas que les pasan, lo que les lleva a una gran hipocresía en sus relaciones tanto con ellos, como entre las personas.
-          La desvalorización de la mujer, consideran una desgracia tener una hija: ante la adversidad son vendidas como esclavas o incluso asesinadas. Este será un dato relevante de la bondad de Wang Lung, porque en el momento de gran hambruna, no vende a su hija. Las mujeres en la sociedad china son las responsables del mantenimiento de todas las labores del hogar tanto de su familia como de la familia extensa, como esclavas, como concubinas, o en las casas ricas, como objetos bellos responsables de darles hijos.
-          La gran dependencia de la opinión de los demás, del qué dirán vecinos, familiares, etc
-          Las grandes distancias entre clases sociales y el servilismo que ello supone a las clases más desfavorecidas.

Hay muchos otros personajes que completan este relato presentando prototipos humanos universales. La descripción de todos ellos son notables, con sus luces y sombras, sin juicios de valor ni maniqueísmo, la avaricia, el odio, el rencor, la dulzura, el amor, la ternura están contemplados con sencillez como parte de la vida y de la naturaleza humana.

Está muy bien elegido el título del relato “La buena tierra”, es la auténtica protagonista de la novela, como dice el padre de Wang Lung “de la tierra salimos y a ella volvemos”, nadie puede robarnos la tierra si sabemos conservarla. Esta va ser una de las grandes desilusiones de Wang Lung al final de sus días, cuando percibe que los hijos venderán la tierra cuando el muera, “piensa que eso será el fin”; los hijos se sonríen por encima de su cabeza, diciéndole al mismo tiempo que esté tranquilo...

Otra de sus grandes preocupaciones va a ser el futuro de la hija mayor, “la pobre tonta” hacia la que manifiesta durante toda su vida una gran ternura.Será Flor del Peral a la que elegirá para acompañarle a la casa del campo en la que decide volver para pasar el final de sus días, quien la cuide

Me parece importante resaltar como resumen de este relato, rico en matices, que describe muy bien el ambiente social de miseria y hambruna que desembocará en la Revolución China y, sobre todo, que presenta en sus dos principales protagonistas, las características universales que mejor definen a las buenas personas: responsabilidad por su familia y por su trabajo, gran laboriosidad, dignidad y respeto por los valores que rigen sus vidas, capacidad de soportar y superar la adversidad, estoicismo: fortaleza y dominio de ellos mismos, sabiduría frente a las circunstancias que se plantean en la vida.

Por último señalar que ha habido una valoración unánime y muy positiva del libro por parte de todos los componentes del grupo, lo que ha generado un debate muy enriquecedor e interesante.

GLORIA ESPINILLA



viernes, 28 de octubre de 2016



CORAZÓN TAN BLANCO
Javier Marías – Madrid 1951

Desde un tiempo improbable de medir por ya lejano, sigo – me atrevería a asegurar que sin apenas lapsus – la última página de “El semanal” de “El País” en la que el autor suele hacer una radiografía crítica - siempre educada y respetuosa aunque vaya dirigida a personajes en los que no confía - de temas de actualidad y utilizando invariablemente una prosa culta sin caer en la pedantería, unos razonamientos fácilmente entendibles y un tono humorístico que genera empatía por duro y complejo que sea el tema. En resumen, Javier Marías es, desde mi punto de vista como lector, uno de los mejores articulistas que tenemos en la actualidad, y me atrevo a recomendaros “Lecciones pasadas de moda” que me pareció casi insuperable…
De su faceta como escritor de grandes relatos, mi primer encuentro se remonta quizás a más de veinte años cuando leí “Todas las almas”, novela casi autobiográfica de la que me atrajeron la construcción de los personajes, una sutil ironía y de nuevo y sobre todo, la belleza del lenguaje…con todo ello no quiero decir que la lectura sea fácil ni entretenida, al contrario, obliga y compromete…No hace mucho tiempo, y esta vez a través de mi hijo, me llego “Los enamoramientos”, un libro de relatos cortos que me pareció una delicia…Sin embargo, no había tenido ocasión de leer la que sin duda es su novela más conocida, “Corazón tan blanco”; leerlo en el Club ha sido de nuevo un privilegio por el obligado ejercicio de tener que compartirlo con mis compañeros…
El título de la novela lo toma el autor de la obra de Macbeth en referencia a
esa extraña circunstancia en la que una persona es el origen de un acto delictivo y siempre cruel perpetrado por otra…en este caso, también. El asesinato de una mujer a manos de su marido - que queda impune – determina el suicidio de una segunda esposa cuando conoce su grado de culpabilidad a pesar de su corazón tan blanco…pero la trama, que se hace manifiesta en el primer párrafo del relato, no se descubre hasta el último capítulo porque uno de los centros de atención de la novela es el “silencio que oculta la verdad”, el cuestionamiento de esa “verdad” que encierran los recuerdos y el acompañamiento que algunos de esos recuerdos nos conduce a la sospecha, “la sospecha” misma, “la duda” que se crece en el silencio de la noche y en las horas del insomnio, el “no querer saber” y andar buscando siempre la respuesta en los recuerdos del pasado y en los indicios del presente…
La construcción de los personajes es otro centro de atención de intensidad suprema, tanto en lo que respecta a su fisonomía de la que hace un retrato en palabras con calculada precisión, cuanto en su psicología, sus sentimientos, sus emociones y sus pensamientos con los que pone al descubierto la personalidad de cada uno de ellos siempre a través del universo reflexivo del protagonista, y cuya profesión de interprete y traductor de organismos internacionales le obliga indefectiblemente a un uso preciso y precioso del lenguaje de límites poco comunes, al tiempo que lo conduce desde el más descarnado uso de la ironía a una mordaz crítica de esos organismos y de los influyentes personajes que lo habitan, mientras que va trazando los perfiles de la realidad – poco conocida y mal concebida – en la que viven los profesionales de su gremio…
La creación de unos espacios imaginables, la presencia de unos personajes reales y creíbles, el devenir de un tiempo concreto y reconocible, y la confección de una trama con tintes de intriga policiaca serían andamios más que suficientes para la construcción de una buena novela…pero aquí hay más, mucho más, es el ejercicio de estilo – en sus casi trescientas páginas – de un lenguaje sencillo y complejo, preciso y precioso, sutil y comprometido que atrapa al lector y es sin duda la base del éxito conseguido en casi todo el mundo, así como el reconocimiento alcanzado a través de los mejores premios literarios…
Hoy, escribo desde el recuerdo, sin el apoyo del texto para no caer en la tentación de trascribir aquellas palabras que no sé explicar, e induciendo así a la lectura a los que no lo han hecho todavía…y prometiéndome hacerlo yo también pasado un tiempo… 


PEPA SIRVENT  

sábado, 15 de octubre de 2016



EL ADVERSARIO. EMMANUEL CARRERE


HECHOS REALES

El libro está inspirado en un hecho real que conmocionó profundamente a toda Francia.

El sábado, 9 de enero de 1993, en el JURA, comarca residencial del Este de Francia próxima a Ginebra, Jean –Claude Romand, de 39 años, investigador-médico en la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, asesinó, en su propia casa, a su esposa y a sus dos hijos, de 5 y 7 años. Después fue a casa de sus padres a los que dio muerte después de comer con  ellos. Por la tarde se desplazó a París con la intención de matar también a su amante, a quién, finalmente perdonó la vida tras agredirla violentamente. Finalmente regresó a su casa en donde intentó suicidarse pegando fuego a la casa.

Milagrosamente- según los creyentes- o de forma programada – según los escépticos - Romad no murió en el incendio. Fue trasladado a un centro de quemados de Ginebra en donde permaneció en estado de coma. Al tercer día se supo que se salvaría.

Una vez recuperado trató de negar su crimen. Las investigaciones  demostraron que Jean-Claude no era médico, no trabajaba en la OMS, ni en ningu7na facultad u hospital, no tenía trabajo alguno y había vivido durante 18 años con un alto nivel a base de estafar a familiares, amigos y a su propia amante. Había sido un impostor durante casi dos décadas, engañando a los familiares, amigos y ciudadanos de toda la comarca entre los que gozaba de gran prestigio por su carácter amable y educado y por desempeñar un alto cargo en la OMS gracias a su esfuerzo.

En el juicio fue condenado a cadena perpetua incluyendo veinte años de prisión ininterrumpidas. Ha debido salir de la cárcel en el 2015, a la edad de 61 años.

EL AUTOR

Emmanuel Carrere, nacido en 1957, comparte con Romand, el protagonista del libro, algunas situaciones a lo largo de su vida: 

Como aquel padeció una grave situación familiar que estuvo a punto de conducirlo al suicidio. Agarrado a la vida, acudió a la religión en busca de refugio y consuelo. Se entregó a fondo. Empezó a asistir a misa, volvió a casarse por la iglesia, bautizó a sus hijos ya mayores y se dedicó al estudio del evangelio y de las primitivas comunidades cristianas y descubrió “qué era la fe” La experiencia duró tres años. Después aparecería una conflictiva relación con lo religioso, expresado en su última novela, critica EL REINO, publicada en 2015; un diálogo entre la lectura de los evangelios cuando era creyente y cuando dejó de serlo- expresado en palabras del autor.
Estas son algunas de sus expresiones:

-      Cuando no era creyente, para mí la teología no representaba  más que una rama de la literatura fantástica.

-      No creo que la fe sirva para consolar las penas de los hombres,

-      Para un creyente, la conversión de San Pablo es un milagro, un acto de fe. Existe intervención divina. Para un no creyente existe una impostura antes o después de la conversión, si8 no en ambos casos

-      La religión ha hecho mucho daño, pero también muchas cosas buenas. Igual que la mayoría de los seres humanos, capaces de cometer el mayor crimen y hacer el mayor sacrificio. ¿Acaso actúan unas veces guiados por la mano divina y en otras bajo fuerzas diabólicas…llámense Satán o el Adversario?

-      Cuando se cometió el crimen Carrere residía temporalmente en la zona del Jura. Estaba escribiendo un libro y varios guiones cuya acción transcurría por esos lugares. Se sintió conmocionado y surgió en él la idea de escribir un libro sobre el tema.

-      Desde hacía algún tiempo le preocupaba conocer “¿Qué pasa por la cabeza de una persona en una situación límite?”:
Un enfermo terminal con encefalograma plano, o a la salida de un estado de coma prolongado o el de un asesino antes, durante y después de cometer un crimen.
  
-      Casi un año después del crimen, se pone en contacto con Romand a través de su abogado. Le envía una carta exponiendo sus deseos y una copia de su último libro. Romand tarda más de dos años en contestarle, tras haber leído un libro del autor “Una semana en la nieve” y le da conformidad. Aún tardaría cinco años en escribir el libro tras varias interrupciones y varios cambios de formas.

   EL LIBRO.

Contiene todos los elementos propios de la novela- narrador, protagonista, contenido, estilo, espacio y tiempo- de no ficción, pues narra hechos reales e históricos. Pero también de biografía pues describe varias décadas de la vida del protagonista y también de ensayo pues indaga y reflexiona sobre la motivación del crimen y el comportamiento de su autor.

Como reconstrucción de un crimen, como si fuera un reportaje periodístico, emplea un estilo literario, profundó, transparente, directo, muy claro, algo mordaz y muy meticuloso.

El autor hace de narrador además de protagonista, periodista, historiador e investigador. Escribe en tercera persona cuando narra los hechos y en primera cuando habla de su relación con Romand.

Asiste al juicio en calidad de corresponsal de prensa. Observa y describe los hechos a partir de todo lo que se ha ido conociendo en el juicio. Tratando de comprender el comportamiento de Romand visita  a lo largo del juicio, todos los lugares en donde él ha vivido a lo largo de su vida y aquellos donde pasaba los días y las noches cuando simulaba estar trabajando.

A medida que avanza del juicio, los familiares de Florence, la esposa asesinada, opinan que el asesino habla más de sus propios sufrimientos y mucho menos de los de los demás, incluida su esposa e hijos.

Una vez condenado y encarcelado la cárcel le sirve de liberación. Como todos los carceleros y los presos conocen su vida no tiene que fingir. Siente superado el miedo a ser desenmascarado y humillado.

Pronto empieza a olvidar su pasado. En sus cartas ya no habla del pasado, solo de su vida en la cárcel y de lo bien que se va adaptando a ella.

Según el informe de los psiquiatras ha vuelto a mostrar en la cárcel su “actitud narcisista” No muestra padecer sufrimiento psíquico alguno por lo que no precisa ningún tipo de tratamiento terapéutico.

Los carceleros y los presos empiezan a aceptarlo, a tratarlo, a respetarlo y a buscar su compañía. Se muestra relajado, educado y con intención de ayudar. Una visitadora carcelaria lo define como “un rayo de sol en la cárcel” “ Si no estuviera privado de libertad ya habría sido invitado a algún programa sensacionalista de televisión” -opina uno de sus psiquiatras-
Carrere intenta ser objetivo. No toma partido y no enjuicia al condenado, refleja las opiniones de los demás. Una mentira sirve, normalmente, para encubrir una verdad dolorosa o vergonzosa, pero real. En el caso de Romand solo existe la mentira, no hay verdad.

Puede que la mentira pueda terminar y dejar paso a la verdad o puede que el condenado siga viviendo en el mundo que el mismo se ha creado. En cualquier caso nunca se conocerá con certeza.

El lector debe decidir qué es lo que quiere creer, pues “ Existe en el interior de cada uno de nosotros una ventana con vistas al infierno- dice el autor- y de nada sirve ponerle cortinas”

MANUEL JIMÉNEZ


Fallece el Nobel de Literatura Dario Fo, un bufón contra el poder
“Decía Dario Fo que nació politizado y fue por medio de la sátira y el teatro como repartió mandobles a un poder que daba igual que viniera del Estado, la Iglesia o los mercados
Aseguraba Dario Fo que nació politizado. No obstante, una de sus frases más famosas decía que "la sátira es el arma más eficaz contra el poder. El poder no soporta el humor, ni siquiera los gobernantes que se llaman democráticos, porque la risa libera al hombre de sus miedos". Pero esta cita, convertida en prólogo y epitafio de su vida, fue en realidad el gran principio de su carrera. Dario Fo, fallecido ayer a los 90 años, fue irreverente, impertinente, incómodo y uno de los mayores azotes del poder, ya fuera este político, económico o eclesiástico, las tres dianas de su afiladísima pluma.

El Nobel de Literatura, que le otorgaron en 1997 precisamente por "mofarse del poder y restaurar la dignidad a los oprimidos en la más pura tradición de la juglaría medieval", deja escritas más de un centenar de obras, las últimas publicadas este año, 'Darwin, ¿somos monos por parte de padre o madre?' y 'Darío y Dios', además de una obra póstuma dedicada a Cristina de Suecia. Pero, por encima de todo, desde 'Misterio bufo' (1969), reconocida como una de sus grandes obras y una de las más ácidas críticas escritas contra la Iglesia, su carrera como dramaturgo se dedicó a sacudir sin piedad a la política italiana y a la religión a golpe de sarcasmo y burla, algo que le valió incontables polémicas con el Vaticano y muchos episodios de censura"


( Tomado de EL CONFIDENCIAL)