viernes, 9 de junio de 2017

NAPOLEON. GEOFFREY ELLIS


Geoffrey Ellis ha sido Profesor en Historia Moderna en Hertford College, Oxford. Historiador y escritor  especialista en la Historia Francesa moderna.

“La historiografía sobre Napoleón alcanza a la de la propia Revolución francesa: sus contemporáneos, así como las sucesivas generaciones, han reinterpretado incesantemente las acciones y los motivos del hombre que dominó por completo a su época.

El esperado perfil de Geoffrey Ellis examina nuestra comprensión de Napoleón - el hombre -  y explora las diferentes reacciones que ha provocado a través de los años.
No nos proporciona ni una biografía típica ni un relato narrativo, sino una nueva evaluación temática de su vida. No sólo analiza su personalidad y su política, sino que también ilumina el propio proceso de construcción histórica.

El autor actúa como un guía sabio y sensato a lo largo de toda la obra. Resalta los aspectos de continuidad y de cambio en la transición entre el estado revolucionario y el napoleónico.
En los últimos capítulos distingue entre el auténtico legado del Imperio y la leyenda que a la larga distorsionó ese legado, y reflexiona acerca de la idea (actualmente en alza) de Napoleón como un arquitecto precursor de la moderna integración europea."



Toda la información sobre el autor o su obra está en inglés. Los datos apuntados anteriormente son los únicos que he podido recabar en español. Esta circunstancia ha complicado más la comprensión del libro, hasta el punto de habernos orientado y servido de referencia el documental sobre Napoleón, que a través de cuatro capítulos desgrana la vida del personaje en su desarrollo histórico asesorado por muchos de los investigadores en los que profundiza Ellis.
Personalmente, y aunque algunas páginas las he pasado con “más pena que gloria”, el libro: su contenido, su estructura y su lenguaje me han resultado de gran interés. La Historia como “documento” nunca me ha atraído demasiado…esta historia me ha interesado mucho, tanto por su aportación documental, cuanto por su importancia y repercusión histórica.
La aportación historiográfica que el profesor Ellis desarrolla a  lo largo de las
casi trescientas páginas del libro, podría concretarse en:
- Cotejar una voluminosa información escrita valorando las más antiguos y extravagantes imágenes de Napoleón que dominaron el debate histórico hasta la Segunda Guerra Mundial, con los resultados de las investigaciones más recientes. Hay señales de que algunos escritores están proporcionando una nueva interpretación de la gran ambición de Napoleón de hace casi doscientos años en el sentido que representó una anticipación de la “integración europea”. (Introducción)
- Analizar la personalidad de Napoleón a partir de los hechos que tuvieron una gran influencia en el desarrollo de su personalidad: Corso de nacimiento y con un fuerte sentimiento del honor familiar; las figuras paterna y materna; su formación militar, su propio carácter: voluntad férrea, seguro de sí mismo e intolerante con la oposición, con un alto sentido de su destino, egoísta, autoritario y ambicioso.
- Ponderar la situación de los diferentes estados de la Europa del siglo XIX y el conocimiento que Napoleón tenía del arte de la guerra, así como de la construcción de un gran ejército.
- Considerar el ejercicio de sus ambiciones dinásticas tanto por su matrimonio con una heredera real, cuanto por la colocación de sus familiares al frente de los estados conquistados.
- Valorar los logros y desaciertos de sus años de imperialismo en el campo de las conquistas militares y en el de las reformas sociales, políticas y de modernización de Francia.
En conclusión, el profesor Ellis sintetiza en el capítulo VIII y último, la proyección de su legado:
- En el aspecto militar y tras el complejo acuerdo de Viena, 20 de noviembre de 1815, Francia fue reducida a las fronteras de 1789.
- En el aspecto de los logros sociales y políticos:
  1800 – La creación del Banco de Francia y la de la Prefectura.
 1802 – La firma del concordato con la Iglesia Católica, la creación de las Escuelas Secundarias estatales o Lycèes y la Legión de Honor.
  1803 – La moneda-patrón.
  1804 – El Código Civil.
  1806 – El Código de Procedimiento Civil.
  1807 – El Código comercial.
  1808 – El Código Criminal.
  1810 – El Código Penal y los Consejos de Arbitraje que se establecieron en todas  las ciudades importantes del país.

  Todos, los que se crearon antes del Imperio o durante el mismo, todos, sobrevivieron a su derrota y aún permanecen muchos de los principios que los inspiraron.
                      
La experiencia de la lectura de un texto alejado de la Novela, género habitual en nuestro Club, me invita a proponer la introducción de al menos una vez durante el curso, de lecturas versadas en el género de la biografía o el ensayo.
Y una propuesta añadida: “Que cada curso se haga una aportación a la Biblioteca de un lote de libros”
Como final de Curso, el día 8 de junio, se hace la Lectura Dramatizada de la obra de Fernando Fernán Gómez “Los Invasores de Palacio”.
PEPA SIRVENT


martes, 6 de junio de 2017

Muere el escritor Juan Goytisolo a los 86 años en Marrakech
El narrador barcelonés obtuvo en 2014 el Premio Cervantes
Fue autor de novelas como 'Señas de identidad', 'Juan sin tierra' o 'Makbara'

El escritor Juan Goytisolo ha muerto este domingo, 4 de junio, a los 86 años en Marrakech (Marruecos) a consecuencia de los daños causados por un derrame cerebral que sufrió hace dos meses, según ha confirmado la agencia literaria Carmen Balcells, que gestiona sus derechos de autor. El novelista barcelonés, que obtuvo en 2014 el Premio Cervantes, recogió el más importante galardón de las letras en español luciendo en Alcalá de Henares la única corbata que tenía en el armario y dedicando su discurso a los habitantes de la medina de Marrakech, sus vecinos desde que se instalara allí en 1997 con la familia de su amigo, y expareja, Abdelhadi. Hasta ese año, y desde 1956, sus vecinos eran los inmigrantes del Sentier parisino, el barrio en el que vivió con su esposa, la escritora francesa Monique Lange. En París recaló después de abandonar para siempre Barcelona, donde había nacido el 5 de enero de 1931.
Si la muerte de Lange, ocurrida en 1996, marcó su vejez e inspiró la novela que cierra su obra narrativa —Telón de boca (2003)—, su infancia estuvo marcada por otra muerte: la de su madre, Julia Gay, en 1938 durante un bombardeo de la aviación franquista sobre la Ciudad Condal. Aquella desaparición dejaría al cuidado de su padre a los hermanos Goytisolo (Marta, José Agustín, Juan y Luis) y funcionaría como hito sentimental en la obra de los tres varones cuando se convirtieron en escritores.
Debutante como narrador en los años de la literatura social de posguerra —su primera novela, Juegos de manos, es de 1954—, Goytisolo siempre estableció una relación directa entre su abandono del realismo y la asunción de su homosexualidad. A contar esa evolución personal, remontándose a la infancia, consagró en los años ochenta del siglo pasado dos magistrales libros autobiográficos: Coto vedado y En los reinos de taifa.

El verdadero parteaguas de su obra es, sin embargo, una novela prohibida en España hasta la muerte de Franco cuyo título provisional salió de un verso de Luis Cernuda, referente intelectual de Goytisolo junto a autores como José María Blanco White o Américo Castro: 'Mejor la destrucción, el fuego'. El libro se publicó en México en 1966 con un título que marcaría una época: Señas de identidad. Con 35 años, Goytisolo cambiaba la narración tradicional en tercera persona por una suerte de “verso libre narrativo” en la que se mezclan las personas verbales, los tiempos y los materiales hasta formar un collage de estirpe vanguardista. “Señas de identidad nace de la insatisfacción respecto a mi propio trabajo”, decía. “Con los primeros libros había cumplido con mi deber de ciudadano, pero no con mi deber de escritor: devolver a la literatura algo distinto de lo que recibiste. Sin la idea de novedad no hay obra verdadera, y yo no había roto con el canon literario”.

GOYTISOLO SERÁ ENTERRADO EN EL CEMENTERIO CIVIL DE LARACHE, EN MARRUECOS (EFE)
Juan Goytisolo será enterrado en el cementerio civil de Larache (norte de Marruecos), según informaron a Efe fuentes consulares españolas que se han hecho cargo del cadáver.
Goytisolo había dejado claro que quería ser enterrado en Marruecos y que no deseaba que fuera un cementerio católico, con lo que no quedaban muchas opciones, ya que la mayor parte de cementerios son camposantos musulmanes, judíos o cristianos.
La familia "ha considerado que el cementerio civil de Larache es una buena opción", señalaron las fuentes. Allí está enterrado el escritor francés Jean Genet, por quien Goytisolo siempre profesó admiración.
Novelas como Reivindicación del conde don Julián, Juan sin tierra, Makbara, Las virtudes del pájaro solitario o Carajicomedia recurrieron a la experimentación formal para abordar asuntos tan tradicionales como las miserias políticas y literarias españolas, la tradición sufí o la mística sanjuanista. En paralelo, y fruto de sus trabajos para EL PAÍS, Goytisolo fue publicando en forma de libro sus reportajes sobre Argelia, Chechenia o el Sarajevo asediado durante la guerra de los Balcanes. Además de ocuparse de la cara más heterodoxa, libertina y rijosa de la tradición hispánica -de La Celestina a La lozana andaluza pasando por el Cancionero de obras de burlas provocantes a rica-, consagró varios ensayos y la serie de documentales para Televisión Española Alquibla a divulgar la cultura musulmana. Siempre tuvo a gala ser el primer escritor español que hablaba árabe desde el Arcipreste de Hita.
Goytisolo vivía en Marrakech con lo que él llamaba su “tribu” —la familia de Abdelhadi— pero nunca dejó de viajar a París para visitar a la hija y a la nieta de Monique Lange o a Barcelona para hacer lo propio con sus sobrinos, de los que hablaba con una devoción doblemente conmovedora en alguien poco dado a las efusiones.
En 2008 publicó El exiliado de aquí y allá, una secuela –“tal vez innecesaria”, decía él mismo- de Paisajes después de la batalla, su novela más parisina. Cuatro años más tarde vio la luz una breve colección de poemas: Ardores, cenizas, desmemoria. En marzo de 2015, semanas antes de recibir el Cervantes de manos del Rey Felipe VI, depositó en la Agencia Balcells un libro inédito con la orden de que se publique 10 años después de su muerte. Cuando se le preguntaba por el contenido, Goytisolo contestaba, lacónicamente, que trata “sobre asuntos sociales y personales”. Nunca una respuesta tan plana habrá retratado mejor la obra de alguien que cruzó hasta el final sus zozobras vitales con las de su tiempo.
(Publicado por El Pais y enviado para el blog por Aurora Fdez Rius )