domingo, 20 de noviembre de 2016

UN LARGO SILENCIO. ANGELES CASO


Este libro se publicó en el año 2000.

La postguerra, el regreso, la desolación y el desamparo es el paisaje en el que se ven inmersas las mujeres de la familia Vega frente a la realidad.

La guerra fratricida ha dejado una sociedad fracturada, dividida, atemorizada ante las represalias que arrebatan los sentimientos rompiendo los vínculos que los unían.

Es el largo silencio el que se impone como defensa ante los acontecimientos vividos, el miedo, la inseguridad para afrontar la vida y seguir adelante.

La autora trata de plasmar las consecuencias que en la vida de estas mujeres tendrá la postguerra. Así nos va narrando como crónicas la lucha para superar las dificultades, la incomprensión que las enfrenta a las miserias, el dolor por la pérdida de los seres queridos, el abandono familiar, el sacrificio, la impotencia, el desamor…

Es el largo silencio que las familias mantuvieron ante la división de la sociedad lo que mejor está reflejado, la claudicación mirando al futuro de las nuevas generaciones. Se hizo el silencio.

El libro ha despertado un largo debate. Para la mayoría refleja la situación de esa época con sencillez y sin intentar ir más allá de los hechos constatados. Los personajes están bien retratados. Ha sido una novela que les ha gustado y la recomendarían a otros lectores. Para otros, el relato no ha profundizado en la complejidad de ese momento social. Se la ha considerado una novela muy floja para un tema importante.


LOURDES
LA BUENA TIERRA. PEARL S. BUCK


 Autora: Pearl S. Buck, publicado en 1931. Es el primer libro de una trilogía sobre una familia China durante tres generaciones, que fue llevado al cine en el año 1937.

Es una novela que refleja la situación de la sociedad rural china antes de la revolución comunista. Es un relato con un lenguaje muy sencillo y fácil de leer, escrita en tercera persona, siempre desde la perspectiva del principal protagonista Wang Lung: todos los personajes y los hechos están narrados desde su punto de vista, sus emociones, desde sus sentimientos...

Es una historia humana, profunda, que describe las características del alma oriental, de su capacidad para superar la adversidad, para enfrentarse, con gran estoicismo, a las circunstancias terribles que les plantea un trabajo vinculado a la tierra y a las vicisitudes que esta les plantea de hambruna, miseria o abundancia porque su trabajo depende exclusivamente de ella.

Wang Lung es un humilde labrador que vive en una pequeña aldea, en una casa de tierra con tres habitaciones, dedicado a cultivar la tierra y a cuidar de su padre. Es una buena persona con grandes valores humanos como se revela a lo largo del relato.

La historia comienza el día que va a recoger a la que será su esposa a la ciudad próxima a su aldea. Casamiento que como en todas las familias chinas ha acordado su padre y ha elegido para él una esclava de la gran casa Hwang, que no es bonita, que tiene unos pies grandes, porque según el padre “así será una mujer con capacidad de trabajo y pocas exigencias”, esto liberará al hijo del trabajo diario del cuidado de la casa, de la atención al padre y  además podrá ayudar en el campo.

Es un bello relato todo lo referido a su apocamiento ante la nueva situación en la gran casa donde se siente perdido y ridiculizado; a cómo va observando a su mujer O’Lan el personaje más hermoso de la obra, que se va revelando como una mujer humilde, callada, muy trabajadora y sufrida, que va a tener un papel muy relevante por su valentía, inteligencia, sabiduría y gran prudencia, en la superación de las grandes dificultades a las que se va a tener que enfrentar la familia en las épocas de sequía, de hambruna, ante los embarazos y los partos que lleva a cabo sin ninguna ayuda.

Él se siente satisfecho y agradecido porque se da cuenta de la gran fortuna que ha tenido con esa mujer, le ha dado muchos hijos y le ayuda en todo sin pedir nada a cambio, pero no se lo dice en ningún momento porque en ese medio cultural se consideraba algo indigno que el hombre le dijera a una mujer lo que valía, se le consideraría como un hombre débil .

O’Lan se convierte en una pieza clave para la supervivencia de todos,  ha sido una esclava desde los siete años cuando la vendieron sus padres en otra época de gran hambruna, lo que le enseñó a luchar y sobrevivir frente a las dificultades. Esto la hará tomar en algunos momentos decisiones importantes: matará al buey para que sus hijos no mueran de hambre; orientará a su marido en la compra de nuevas tierras; va a saber conducir a sus hijos para enfrentarte a la miseria, les enseñará a pedir para no morir de hambre; les dará de comer un trozo de carne, frente a la oposición del padre, porque uno de los hijos lo ha robado, es un alimento y no lo puede desaprovechar cuando están hambrientos; gracias a un golpe de fortuna en una revuelta popular dentro de un palacio, va a “robar, llevarse” unas joyas que encuentra, lo que les permitirá salir de la penuria, volver a su tierra y alcanzar una situación económica desahogada que le llevará a Wang Lung a comprar nuevas tierras;  le permitirá poder educar a sus dos hijos mayores; construir una casa nueva; contratar trabajadores para sus tierras.

Cuando Wang Lung logra una gran fortuna trabajando en sus tierras, con la ayuda de O’Lan y de su amigo Ching, comienza a imitar el comportamiento de los hombres ricos, deja de trabajar directamente en el campo, primero por una gran inundación y después porque ya tiene trabajadores que lleven la tierra. El ocio le lleva a la ciudad, a visitar las casas de te, a dejarse influir por la vida fácil, los malos consejos de su tío y a desear a las mujeres bonitas, enamorándose perdidamente de Loto una concubina que hará su segunda mujer, ahí comenzarán nuevas dificultades, se hará patente su insatisfacción y su desprecio hacia O’Lan, ya que se da cuenta (rechaza) su fealdad y rudeza y con gran egoísmo la desprecia.

La mejora económica no supone ninguna ventaja para ella, sigue haciéndose cargo de todos los trabajos derivados de la familia y del mantenimiento de la casa, pero sabe mantener su dignidad y separar la presencia de la segunda esposa en la casa, con la vida de su familia a pesar del gran sufrimiento que ello le supone.

Solo al final de la obra y cuando Wang Lung  se hace consciente que O’Lan se muere,  la acompaña hasta el último momento y le surgen remordimientos por su falta de reconocimiento de su primera mujer, aunque en el fondo piensa que ha sido un buen marido porque nunca la ha golpeado.

El hecho de alcanzar un reconocimiento social y riqueza no satisface a Wang Lung,  no es feliz cuando se traslada a vivir a la casa grande por decisión del hijo mayor; no consigue que se entiendan sus hijos y nueras, al final de su vida volverá a su casa en el campo con Flor del Peral, una joven esclava que ha comprado y que lo aprecia por su bondad y que será la persona que se responsabilice, cuando él  falte, de la hija mayor, “la pobre tonta” como el la llama y por la que siente un gran cariño

La obra a través de sus numerosos personajes hace un relato de las costumbres y tradiciones chinas y de su valores supremos:

-          La veneración y respeto por los ancianos, por su sabiduría, aunque también deja traslucir la tiranía que imponen en todos los aspectos sobre los hijos, tomando por ellos todas las decisiones personales claves: trabajo, estudio, elección de esposa, etc.
-          La permanencia de todos los hijos varones de la familia en la casa del padre con sus familias.
-          El mantenimiento y cuidado de toda la familia extensa del padre, que en la obra se va revelar como un gran inconveniente por el egoísmo, la falta de laboriosidad para mantener a su familia con su propio trabajo de un hermano del padre y de su familia, que les lleva a convertirse en parásitos y depredadores de la familia de Wang Lung porque viven todos a su costa
-          El valor del propio trabajo para progresar en la vida.
-          Su respeto y vinculación con la tierra que para los campesinos chinos supone su máxima riqueza.
-          El l estoicismo frente a la adversidad

También están muy bien descritas las grandes limitaciones que suponen esas y otras tradiciones:

-          La valoración del poder de los dioses en los que creen, ya que piensan  que van a enfurecerá y a castigarlos con nuevas desgracias si se enorgullecen de las cosas buenas que les pasan, lo que les lleva a una gran hipocresía en sus relaciones tanto con ellos, como entre las personas.
-          La desvalorización de la mujer, consideran una desgracia tener una hija: ante la adversidad son vendidas como esclavas o incluso asesinadas. Este será un dato relevante de la bondad de Wang Lung, porque en el momento de gran hambruna, no vende a su hija. Las mujeres en la sociedad china son las responsables del mantenimiento de todas las labores del hogar tanto de su familia como de la familia extensa, como esclavas, como concubinas, o en las casas ricas, como objetos bellos responsables de darles hijos.
-          La gran dependencia de la opinión de los demás, del qué dirán vecinos, familiares, etc
-          Las grandes distancias entre clases sociales y el servilismo que ello supone a las clases más desfavorecidas.

Hay muchos otros personajes que completan este relato presentando prototipos humanos universales. La descripción de todos ellos son notables, con sus luces y sombras, sin juicios de valor ni maniqueísmo, la avaricia, el odio, el rencor, la dulzura, el amor, la ternura están contemplados con sencillez como parte de la vida y de la naturaleza humana.

Está muy bien elegido el título del relato “La buena tierra”, es la auténtica protagonista de la novela, como dice el padre de Wang Lung “de la tierra salimos y a ella volvemos”, nadie puede robarnos la tierra si sabemos conservarla. Esta va ser una de las grandes desilusiones de Wang Lung al final de sus días, cuando percibe que los hijos venderán la tierra cuando el muera, “piensa que eso será el fin”; los hijos se sonríen por encima de su cabeza, diciéndole al mismo tiempo que esté tranquilo...

Otra de sus grandes preocupaciones va a ser el futuro de la hija mayor, “la pobre tonta” hacia la que manifiesta durante toda su vida una gran ternura.Será Flor del Peral a la que elegirá para acompañarle a la casa del campo en la que decide volver para pasar el final de sus días, quien la cuide

Me parece importante resaltar como resumen de este relato, rico en matices, que describe muy bien el ambiente social de miseria y hambruna que desembocará en la Revolución China y, sobre todo, que presenta en sus dos principales protagonistas, las características universales que mejor definen a las buenas personas: responsabilidad por su familia y por su trabajo, gran laboriosidad, dignidad y respeto por los valores que rigen sus vidas, capacidad de soportar y superar la adversidad, estoicismo: fortaleza y dominio de ellos mismos, sabiduría frente a las circunstancias que se plantean en la vida.

Por último señalar que ha habido una valoración unánime y muy positiva del libro por parte de todos los componentes del grupo, lo que ha generado un debate muy enriquecedor e interesante.

GLORIA ESPINILLA