EL SEÑOR DE LAS MOSCAS. William Golding
El libro, que al principio
puede parecer una novela de aventuras, se abre paso enseguida a una narración con un trasfondo bastante profundo.
La novela nos cuenta la convivencia de un grupo de muchachos, entre 6 y 12
años, en una isla desierta tras un accidente aéreo. Allí
inician su lucha por sobrevivir mostrando sus mejores valores y también lo peor
de ellos mismos.
El lector se adentra en una situación extrema a través de los ojos de unos
niños que, en ausencia de adultos, se ven obligados a organizar su existencia
como creen que aquellos lo harían. En este contexto, la razón, la bondad y el orden se
oponen a la maldad y a la crueldad.
Es un recorrido alrededor
de lo bueno y lo malo del ser humano expresado a través del comportamiento de
este grupo de niños abandonados a su suerte. Intentan sobrevivir pero las
diferencias entre Ralph y Jack hace que se formen dos grupos cuya tensión lleva
a la lucha entre civilización y barbarie
encarnadas en la diferente forma de pensar y actuar ambos chicos.
Ralph es elegido jefe por
el grupo. Intenta comportarse según los parámetros de los mayores, que él ha
vivido, y a los que se agarra para que en el grupo haya orden, disciplina y en
definitiva vivan civilizadamente. Como guía usa la lógica y la razón
encontrando una gran ayuda en Piggy en el que reconoce una gran inteligencia. Ralph
siempre intenta llegar a acuerdos mediante la expresión ordenada de los
miembros, en el uso de la palabra, en la asamblea que convoca haciendo sonar la caracola, símbolo de la democracia.
Jack, al contrario, representa la parte más salvaje del hombre que trae aparejada la fuerza bruta, la violencia y en definitiva la crueldad. No duda en usar su superioridad física para formar otro grupo y someter a algunos por el terror que les inspira. Su irracionalidad lleva a los niños a comportamientos extremos como quemar la isla en su afán de matar a Ralph.
Piggy encarna la razón y
la cordura las cuales al morir él y destruirse la caracola, el símbolo,
desaparecen. Era víctima de burlas por su gordura, su asma y sus gafas ¿Puede
interpretarse como un antecedente del bulling o acoso escolar de nuestros
tiempos? Es un niño que, en medio del caos, conserva su cordura y siempre
intenta con unos y otros, a pesar de su timidez, hacer que mejore su
comportamiento y guiarles con la razón.
Goldin, en este libro que
más parece un ensayo que una novela, articula una fábula en la que civilización
y barbarie entran en colisión. Quizás intenta responder a la eterna pregunta
¿Es el hombre malo o bueno por
naturaleza? Parece que él se decanta por la maldad innata y por la necesidad de
darse unas normas que hagan posible la convivencia pacífica respetando a los
miembros del grupo.
Es una novela bastante
asfixiante. El autor ahonda en lo más tenebroso del alma humana. Se llega casi
sin aliento al final del libro:
“Y en medio de ellos, con el cuerpo sucio, el pelo
enmarañado y la nariz goteando, Ralph lloró por la pérdida de la inocencia, las
tinieblas del corazón del hombre, y la caída al vacío de aquel verdadero y
sabio amigo llamado Piggy”
Mª JOAQUINA