viernes, 26 de mayo de 2023

 

    VIENTOS DE CUARESMA ( 1994 )

             LEONARDO PADURA ( 1955 )

 


LEONARDO PADURA, nació en Mantilla, un barrio de Arroyo Naranjo, en la provincia de La Habana, en donde continúa viviendo actualmente.

Cursó sus estudios preuniversitarios en el instituto de La Víbora, lugar al que Padura se siente ligado espiritualmente y al que convertirá en escenario de varias de sus obras. El bibliotecario del centro lo inició en los clásicos griegos, decidiendo intentar ganarse la vida como narrador.

Estudia Literatura Latinoamericana en la Universidad de La Habana, y en 1980 comienza como periodista en la revista literaria El Caimán Barbudo y en el periódico Juventud Rebelde, especializados en largos reportajes sobre hechos históricos y culturales, en los que desarrolló su estilo como escritor. En 1989 se dio a conocer como escritor de novela, ensayo, cuento y guionista de audiovisuales, y en 1995 abandona su puesto de jefe de redacción en la Revista de la Unión de Escritores, para dedicarse exclusivamente a la escritura.

Especialista en novela policiaca – en la línea de Hammett, Chandler, Vázquez Montalban, Sciascia – sus novelas contienen también elementos de crítica a la sociedad cubana. Tras la publicación de la tetralogía LAS CUATRO ESTACIONES, protagonizadas por el teniente de la policía Mario Conde y traducida a diversos idiomas, destacan entre sus obras : EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS ( 2009 ), LA NOVELA DE MI VIDA ( 2002 ), HEREJES           ( 2013 ), COMO POLVO EN EL VIENTO ( 2020 ), PERSONAS DECENTES ( 2022 ).

Padura ha obtenido importantes premios a lo largo de su vida literaria

 MEDICIS, FEMINA, GIJON, NACIONAL DE LITERATURA DE CUBA 2012, ORDEN DE LAS LETRAS Y LAS CIENCIAS DE FRANCIA 2013, y en 2015 el PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE LAS LETRAS, “ por ser un indagador de lo culto y lo popular, y un intelectual independiente, de firme temperamento ético”.

Hereda de sus  ancestros las formas lingúisticas caribeña, cubana y habanera y construye con ellas la base firme de su literatura. Y convierte la ciudad de La Habana, más que en escenario de sus obras, en el contexto cultural de toda su literatura. “La cultura es la capacidad de asociación de conocimientos, y el lenguaje el reflejo del pensamiento : uno habla, según piensa” – dice Padura.

En cuanto a la integración y aceptación de la realidad cubana ó la ruptura con ella, dice Padura lo siguiente : “Más del 20% de la población cubana se ha marchado al exilio. Hay distintas maneras de afrontar el exilio : Hay quienes odian sus raíces y quienes añoran la tierra perdida. ( “ SOY UN NOSTALGICO DE MIERDA “, puede leerse en una de sus camisetas.). “Todas las razones para emigrar, para exiliarse de las islas son válidas, y también lo son todas las razones para permanecer en la isla”. “Yo, permanezco en Cuba, porque soy un escritor que pertenezco a la cultura y a la identidad cubana, que nos pertenece a todos . Yo necesito de la realidad cubana para escribir, aunque no escriba solo para tratar de explicar esa realidad . Soy un escritor que me inspiro en la “vida”, y en eso, Cuba me alimenta con sus conflictos y contrariedades . Permanezco en Cuba y reivindico la AMISTAD y los lazos afectivos entre todos los cubanos, por encima de las diferencias ideológicas . Que la gente se distancie por sus ideas, solo beneficia a los políticos “.

VIENTOS DE CUARESMA . Forma parte de la tetralogía LAS CUATRO ESTACIONES – PASADO PERFECTO ( 1991 ), VIENTOS DE CUARESMA ( 1994 ), MASCARAS ( 1997 ) y PAISAJE DE OTOÑO ( 1998 ), - que componen una especie de retablo en el que puede seguirse “la vida” en La Habana a lo largo de todo el año 1989 , a razón de un trimestre en cada libro . En 2016 fue adaptada como miniserie para televisión.

Comienza, como la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, y lo hace con un viento fuerte, árido, sofocante, irrespirable, procedente del desierto, cargado de miseria, como si quisiera recordar a las gentes el sacrificio del Mesías . Un viento capaz de remover todas las suciedades de la ciudad, despertar todas las angustias y los odios de sus gentes, hacer desaparecer todos los pájaros primaverales y encerrar a los vecinos en sus casas, con su soledad y sus miedos.

Los protagonistas principales de la novela son MARIO CONDE ,( teniente de la policía cubana, al que acompañan sus jefes y compañeros de la Comisaría, y un grupo de amigos, antiguos compañeros del instituto, que mantienen la amistad después de veinte años ), KARINA , (joven ingeniera, aficionada a la música de jazz en directo, vitalista, capaz de ilusionar a Mario cuando se encuentran y retornarlo a sus miserias al separarse ), y la vetusta ciudad de LA HABANA. El primero, “no quería ni podía ser policía”. Desordenado, fumador y bebedor en exceso, descontento de su vida y de su trabajo, solitario, pesimista y melancólico, es un policía que hubiera querido ser escritor, y se siente solidario con los escritores locos y borrachos. “¡ Nadie se imagina cómo son las noches de un policía ¡. Son aguas turbias, olores pútridos y colores muertos . Horror al pasado y miedo al futuro . La soledad del policía es la más temible de las soledades . Es la compañía de sus fantasmas, de sus dolores, de sus culpas…. Solo la compañía de una mujer, que le cante una canción de cuna, podría ayudarle a conciliar el sueño….

A Mario le encargan la investigación de un caso delicado . En el instituto de La Víbora – el mismo en el que había estudiado Conde veinte años antes – ha aparecido violada y asesinada, en su apartamento, una joven profesora del centro, de excelente expediente académico y político. Se han encontrado, además, restos de marihuana.

El tiempo de Mario transcurre entre la investigación del crimen, sus encuentros con Karina, la joven que acaba de conocer y por quien se siente profundamente atraído, y con su grupo de amigos, que se reúnen en casa de uno de ellos – CARLOS EL FLACO, inválido, en silla de ruedas desde hace diez años, a consecuencia de heridas de guerra, lejos de Cuba – en donde comen y beben casi a diario.

A medida que avanza la investigación de la vida de la profesora asesinada, Conde va entrando en un mundo en descomposición, en donde el fraude, la corrupción, el arribismo, la falta de escrúpulos, el tráfico y consumo de drogas y el tráfico de influencias van mostrando el lado oscuro de la sociedad cubana contemporánea.

La estructura narrativa de la novela se distribuye en tres formas : Una NARRATIVA DESCRIPTIVA, por narrador en 3ª persona que cubre la descripción de la ciudad, los estragos naturales y la biografía de Conde en su juventud, DIALOGOS, especialmente de Mario Conde con sus compañeros policías, con sus amigos y con Karina, y un MONOLOGO INTERIOR por parte de Mario, expresando su estado de ánimo a medida que avanza la investigación, comparando la situación actual de la ciudad con sus recuerdos del pasado y reflexionando sobre su futuro ( en 1998, en el último libro de la serie, Mario Conde dejará de ser policía ) .

Según Padura, el personaje de Mario Conde quiere representar a toda una generación de cubanos – la del escritor - , con todas las vicisitudes materiales y espirituales que han tenido que vivir. No es que sea mi “alter ego”, pero me ha permitido interpretar y reflejar la realidad cubana”. “Esa generación que retrato, creía en unos ideales, tenía esperanza en el futuro, aunque hoy viva desencantada”. “Todo el mundo tiene derecho a pensar como desee, siempre que ese pensamiento no ofenda, no agreda y no excluya a nadie”.

En cuanto a la ciudad de LA HABANA, siempre la veo con los ojos del amor. Trato de entenderla pero se me escapa y siempre me sorprende con sus rincones perdidos de foto en blanco y negro. Todo se ennegrece con el tiempo, como la ciudad por la que camino, entre soportales sucios, basureros, paredes desconchadas hasta el hueso, alcantarillas desbordadas y balcones sostenidos por muletas. Al final, nos parecemos, la ciudad que me acogió y yo, el acogido. Nos morimos un poco cada día de muerte prematura a causa de nuestras múltiples heridas .  Aunque me quiera rebelar, esta ciudad me tiene agarrado por el cuello y me domina con sus últimos misterios, su ruinosa belleza y su paz aparente. Decía MILLER, que París es como una puta, pero LA HABANA es más puta todavía : Solo se ofrece a los que le pagan con angustia y dolor, y ni aún así entrega la última intimidad de sus entrañas

MANUEL JIMÉNEZ  -  Albacete , Mayo  de 2023-