sábado, 13 de junio de 2015


DOÑA ROSITA LA SOLTERA

Fin del curso 2014 - 2015

Es una vez más nuestra compañera Pepa quien pone broche a este curso en el club con su comentario sobre el teatro leído que tuvimos y del que tanto disfrutamos. Os recuerdo que Federico García Lorca encabeza nuestra sección "Poemas" No podía seer de otro modo. Nos encanta.

Hoy es el último día de reunión del Club, y como ya tenemos por costumbre, lo cerramos con una Lectura Dialogada, y en este caso con una deliciosa obra que requiere mínima presentación: Dª Rosita la soltera de Federico García Lorca…¡Palabras mayores!
La obra de Lorca, su poesía y su teatro sobre todo, fueron alimento literario desde el momento en que comprendí el valor que la lectura tenía para mi…y de eso hace ya demasiado tiempo…
En la propuesta actual, la leí de un tirón…y algunas escenas con más de una repetición…Me parece una obra imprescindible…
En mis reflexiones anteriores a la lectura, un par de apuntes…
La construcción escénica está dividida en tres Actos en los que, sobre todo, atienden al relato del paso del tiempo…entre el principio y el final, unos veinticinco años…cambios sociales y transformación de los personajes…Éstos, magistralmente definidos, así como el desenlace final, ya se intuyen en el primer Acto…El segundo y el tercero consolidan esta percepción a favor de un recrear y engrandecer el juego lingüístico…
Si, el Lenguaje es tan rico en poética que casi podría decirse que la obra toda conforma un extenso poema…La introducción en el Primer Acto del cultivo de las rosas, una delicada flor que muere al llegar la noche, es una precisa y preciosa alegoría de la vida de la protagonista…
Y como siempre en G.L., su intenso y extenso conocimiento de la realidad sociológica, su marcado interés por los personajes femeninos, y su profunda denuncia social de ciertos roles…siempre en beneficio de los menos favorecidos…
¡Una bellísima despedida!
¡Y un estupendo verano!

Pepa Sirvent - junio de 2015

lunes, 8 de junio de 2015


LAS HISTORIAS DE MARTA Y FERNANDO
GUSTAVO MARTÍN GARZO

    Gustavo Martín Garzo nació en Valladolid en 1948. Ha vivido siempre allí.           Licenciado en filosofía y psicología considera que cualquier lugar es válido para escribir, especialmente cuando se hace sobre personas y relaciones personales puesto que estas varían muy poco de un lugar a otro y de una época a otra.
        Martín Gazo es especialista en cuentos para niños en los que ha obtenido importantes premios. En sus novelas incluye, a veces, tanto cuentos como la presencia de niños, que unas veces le aportan recuerdos que le acercan al pasado y otras las fantasías necesarias para reforzar la felicidad en el momento presente. Pasado, presente y futuro juegan un papel importante en esta novela y la presencia de los niños, unas veces de forma real y otras como en especie de realismo mágico, reflejan la parte infantil que todavía queda en los protagonistas.
        La acción transcurre en Valladolid. El tiempo presente de la novela coincide con los primeros años de la transición Española de la dictadura a la democracia. La edad de la pareja protagonista oscila alrededor de los veinticinco años. Los protagonistas están, pues, sometidos a un profundo idealismo. Por un lado, al momento histórico, que ofrece la posibilidad de producir un cambio en la manera obsoleta de entender el mundo y las cosas que en el ocurren. Por otro, están viviendo los primero momentos de un nuevo amor, cargado de deseo, de enamoramiento y de placer.
       La novela cuenta en siete episodios historias que muestran la evolución de esa relación entre Marta y Fernando y van desvelando múltiples facetas de su vida en común a lo largo de cuatro años.
     El libro va acompañado de siete poemas que, aparentemente reflejan el contenido de cada episodio.
      Al principio, todo es enamoramiento.... todo es deseo… todo es placer… un gran amor es un amor salvaje… dos seres en uno a todas horas… contigo pan y cebolla… mientras dura el enamoramiento y deseo la pareja de enamorados solo necesitan una isla solitaria, una bolsa de babas, un perrito sabio, confidencias y perdones. El ideal político sigue presente. Mientras dura la ilusión por cambiar el mundo, todo va bien. Continúa la participación desinteresada en los asuntos del partido y de la sociedad. El dinero no importa (se puede vivir sin dinero a costa de los padres). Se puede vivir sin calefacción (basta con el calor humano del propio placer. El violonceio (chello) sigue siendo el nexo de unión para ellos (sueño de futuro y enlace con el pasado para Fernando y para Marta el medio de poder ayudar a Fernando a quien considera tan correcto como incapaz de valerse por sí mismo). La pérdida de identidad es evidente (cuando dos personas llegan a fusionarse formando un solo ser una de ellas, sino las dos, pueden llegar a perder su propia identidad, su amor propio). Los recuerdos enlazan con su juventud, aún próxima. Las fantasías tienen como finalidad satisfacer los deseos aquí y ahora. Los sueños sobre el futuro apenas aparecen….
       Con el paso del tiempo, tanto en el amor como en la vida misma es preciso poner los pies sobre la tierra.... En lo político, la ilusión se ha ido tornando en desencanto. El enamoramiento, al enfriarse el deseo (el enamoramiento no dura toda la vida, el amor si puede hacerlo) se va transformando en un amor más real, en el que, más que el deseo, priman el respeto, la comunicación, el buen humor, la sintonía, los proyectos comunes….
       Se va recuperando la propia identidad… (“si siempre hago lo que quieres terminaré por no saber lo que deseo”…. “necesito pararme, reflexionar y volver a encontrarme”).  Se descubren nuevas funciones del dinero, incluida la posibilidad de comprar voluntades…  Los recuerdos, deseos y sueños de esta etapa son más cercanos y mucho más reales. Van aprendiendo que en el amor no existen certezas absolutas, y por tanto, hay que asumir incertidumbres (inseguridad, miedo al fracaso, miedo al abandono, infidelidad, soledad...)… Toman conciencia de un mundo menos idealista… más real… más horroroso…. Por primera vez, sienten la necesidad de ser padres. Desean tener un hijo que sustituya al chello como lazo de unión y que refuerce el carácter del nuevo amor.
      El último capítulo titulado UN PAÍS DE OLAS apunta ya la incertidumbre por el futuro que se les avecina. Termina con la aceptación de esa nueva realidad:  “creo que estoy embarazada… prométeme que cuidarás siempre de él…en este mundo horroroso… “.
      El poema que corresponde a este capítulo comienza así: “para el nacimiento de un niño el mundo no está nunca preparado…”.  (  WISLAWA SEYMBOPSKA )                                                                                                                     
           MANUEL JIMÉNEZ