viernes, 28 de octubre de 2016



CORAZÓN TAN BLANCO
Javier Marías – Madrid 1951

Desde un tiempo improbable de medir por ya lejano, sigo – me atrevería a asegurar que sin apenas lapsus – la última página de “El semanal” de “El País” en la que el autor suele hacer una radiografía crítica - siempre educada y respetuosa aunque vaya dirigida a personajes en los que no confía - de temas de actualidad y utilizando invariablemente una prosa culta sin caer en la pedantería, unos razonamientos fácilmente entendibles y un tono humorístico que genera empatía por duro y complejo que sea el tema. En resumen, Javier Marías es, desde mi punto de vista como lector, uno de los mejores articulistas que tenemos en la actualidad, y me atrevo a recomendaros “Lecciones pasadas de moda” que me pareció casi insuperable…
De su faceta como escritor de grandes relatos, mi primer encuentro se remonta quizás a más de veinte años cuando leí “Todas las almas”, novela casi autobiográfica de la que me atrajeron la construcción de los personajes, una sutil ironía y de nuevo y sobre todo, la belleza del lenguaje…con todo ello no quiero decir que la lectura sea fácil ni entretenida, al contrario, obliga y compromete…No hace mucho tiempo, y esta vez a través de mi hijo, me llego “Los enamoramientos”, un libro de relatos cortos que me pareció una delicia…Sin embargo, no había tenido ocasión de leer la que sin duda es su novela más conocida, “Corazón tan blanco”; leerlo en el Club ha sido de nuevo un privilegio por el obligado ejercicio de tener que compartirlo con mis compañeros…
El título de la novela lo toma el autor de la obra de Macbeth en referencia a
esa extraña circunstancia en la que una persona es el origen de un acto delictivo y siempre cruel perpetrado por otra…en este caso, también. El asesinato de una mujer a manos de su marido - que queda impune – determina el suicidio de una segunda esposa cuando conoce su grado de culpabilidad a pesar de su corazón tan blanco…pero la trama, que se hace manifiesta en el primer párrafo del relato, no se descubre hasta el último capítulo porque uno de los centros de atención de la novela es el “silencio que oculta la verdad”, el cuestionamiento de esa “verdad” que encierran los recuerdos y el acompañamiento que algunos de esos recuerdos nos conduce a la sospecha, “la sospecha” misma, “la duda” que se crece en el silencio de la noche y en las horas del insomnio, el “no querer saber” y andar buscando siempre la respuesta en los recuerdos del pasado y en los indicios del presente…
La construcción de los personajes es otro centro de atención de intensidad suprema, tanto en lo que respecta a su fisonomía de la que hace un retrato en palabras con calculada precisión, cuanto en su psicología, sus sentimientos, sus emociones y sus pensamientos con los que pone al descubierto la personalidad de cada uno de ellos siempre a través del universo reflexivo del protagonista, y cuya profesión de interprete y traductor de organismos internacionales le obliga indefectiblemente a un uso preciso y precioso del lenguaje de límites poco comunes, al tiempo que lo conduce desde el más descarnado uso de la ironía a una mordaz crítica de esos organismos y de los influyentes personajes que lo habitan, mientras que va trazando los perfiles de la realidad – poco conocida y mal concebida – en la que viven los profesionales de su gremio…
La creación de unos espacios imaginables, la presencia de unos personajes reales y creíbles, el devenir de un tiempo concreto y reconocible, y la confección de una trama con tintes de intriga policiaca serían andamios más que suficientes para la construcción de una buena novela…pero aquí hay más, mucho más, es el ejercicio de estilo – en sus casi trescientas páginas – de un lenguaje sencillo y complejo, preciso y precioso, sutil y comprometido que atrapa al lector y es sin duda la base del éxito conseguido en casi todo el mundo, así como el reconocimiento alcanzado a través de los mejores premios literarios…
Hoy, escribo desde el recuerdo, sin el apoyo del texto para no caer en la tentación de trascribir aquellas palabras que no sé explicar, e induciendo así a la lectura a los que no lo han hecho todavía…y prometiéndome hacerlo yo también pasado un tiempo… 


PEPA SIRVENT  

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