EL SEÑOR PIP DE LLOYD
JONES
Isla de BOUGANVILLE,dentro del archipiélago de Islas Salomón que pertenece a PAPUA NUEVA GUINEA donde se sitúa la acción de esta novela. En 1990 hubo un golpe de estado en esta isla que tiene minas de cobre. Los rebeldes las cerraron , los blancos salen de ella y los soldados cierran las fronteras. Con ello, dejan de llegar víveres y medicinas a este lugar. Hay un hombre blanco que no ha huído con el último barco: el Señor Watt
El señor Pip es una bonita y sugerente historia muy bien contada, que emociona siempre y es posible que se instale en lo más profundo de nosotros mismos. Está contada por una niña adolescente de trece años y de raza negra, llamada Matilda.
Se sitúa en los cercanos
años ochenta y se publicó en 2010. Es una novela sobre la supervivencia
en una guerra civil que se libró en una pequeña isla del Pacífico Sur llamada
Bougainville.
No se recrea en los horrores de la
guerra, aunque están presentes. Más bien en lo que va quedando en la memoria de
la niña.
Hoy nos sorprende comprobar la
violencia, primitivismo y crueldad de guerras tan cercanas en el tiempo y tan
desconocidas para nosotros.

Se entremezclan en ella la realidad y
la ficción, y está escrita en una prosa poética, y llena de profundo sentido
humano.
Resalta el valor de la literatura y
de la lectura como elementos que ayudan a llenar la vida de sentido y a
sobrevivir, y el valor de la imaginación como lo que nos ayuda a evadirnos en
la adversidad y soportar así la dura realidad. Para que esto suceda es necesario encontrar a alguien que despierte
la imaginación y la conduzca hacia abiertos caminos y este es precisamente el
señor Watts.
En la novela se pueden distinguir
tres momentos que aparecen a veces entremezclados, sobre todo los dos primeros.
El primero es el encuentro con el
señor Watts en la pequeña isla de Bougainville, llena de contrastes entre la miseria mas
absoluta y el esplendor natural de una isla del Pacifico.
Matilda está ya sola con su madre. Su
padre acaba de emigrar tras perder el trabajo en las minas de cobre.
Entre los que se quedaron en la isla
está el señor Watts, un excéntrico y misterioso hombre blanco, que recorre los
caminos con una nariz roja y arrastrando un carrito donde va su mujer. Los
chicos le llaman Pop Eye, “ojos saltones”.
El señor Watts reabre la escuela y
asume el papel del maestro, cuando ya existe una cierta tensión militar.
Presenta a sus alumnos su libro favorito: “Grandes Esperanzas” de Dickens y a
su protagonista Pip el joven huérfano. Así transciende la dura realidad de la
isla y ofrece el conocimiento de un mundo diferente donde Pip va a ser el amigo,
el asidero, el modelo para sobrevivir.
El improvisado maestro resulta ser un
gran maestro, capaz de entusiasmar a sus alumnos y comunicar la vida a través
de algo que él bien conoce y ama, el
libro de Dickens. Reconoce que no sabe todo y teme no ser capaz de responder a
sus alumnos, pero sabe llevarlos a encontrar la respuesta.
Admite en sus clases la intervención
de las madres de sus alumnos para que su cultura trasmitida no sea la única, y
así deja paso a la cultura indígena a través de sus ritos y hechos cotidianos
del entorno. Valora y respeta mucho estas aportaciones y a quienes las hacen.
Esta actitud a veces le acarreará problemas, y colisión de valores como los
suscitados entre la literatura y la religión, el miedo y la imaginación….
Así le sucedía frecuentemente con
Dolores la madre de Matilda que tenía como libro de cabecera la Biblia.
Tiene también recursos muy válidos
para salir de situaciones conflictivas. Es un verdadero mediador entre el libro
y sus alumnos para facilitar su comprensión y abrir su imaginación.
Ama
la naturaleza, al Gran Dickens y a su libro, también a su mujer a quien
cuida y a sus alumnos e intenta llegar a lo más profundo de su ser, a su “esencia”
y desde ahí llevarlos al conocimiento.
Esta parte del libro es la más amable
y donde se muestra el valor de la imaginación para llegar al conocimiento del
mundo y de la vida. Son clases muy creativas, ingeniosas, que hacen del enseñar
y del aprender un placer. Dickens, “Grandes
Esperanzas” y Pip llegan a ser tan reales como el señor Watts y entran con
fuerza en la vida de los alumnos.
Míster Watts ha conseguido lo que fue su primer
deseo ante la Escuela. Que sea un lugar de luz.
En la segunda parte se nos muestra ya
con toda su crudeza los horrores de una guerra civil. Las noticias van llegando
en forma de habladurías de comentarios.
La imaginación puede ser peligrosa,
puede tener consecuencias negativas, asusta. El libro de “Grandes Esperanzas”
desaparece. Dolores lo ha escondido por considerarlo un peligroso. Matilda sabe dónde está pero por
lealtad hacia su madre no lo dice, pero escribe el nombre de Pip en la playa
como un homenaje. Cuando los soldados del gobierno, ven este nombre, no saben
quién es y piensan que es un espía. Lo buscan or todas las casas y al no
encontrarlo incendian casas y pertenencias.
El señor Watts que tiene recursos para todo
propone reconstruir un libro nuevo con lo ha quedado de él en la memoria de sus
alumnos. Ejerce una vez mas de autentico guía de los recuerdos
La desconfianza de unos hacia otros,
la violencia, el odio, la intolerancia, la brutalidad y la destrucción entran
en la isla. El fuego es el recurso final de los grupos guerreros. Arden las
casas, arden las pertenencias. lo que produce una sensación de desvalimiento
total.
Otro grupo de soldados rebeldes
vuelve a por el único hombre blanco, el señor Watts. A sus preguntas da
explicaciones sobre su vida a lo largo de
siete noches, utilizando referencias del personaje de Pip.
La mujer del señor Watts muere, y a
su entierro acuden muchas mujeres indígenas para consolarlo y en su homenaje
citan pasajes alegres de su infancia en
la isla. El señor watts decide huir de la isla y se lo propone a Matilda lo que
le supone elegir entre su madre o él, para ya no hay tiempo para tomar esa
decisión.
Los estragos de la guerra acaban con
lo que Matilda ha querido más: con su madre y con su maestro muertos en
situaciones denigrantes. Matilda tiene un momento de desánimo de querer
abandonar, pero vuelve a surgir Pip que le ayuda a mantener su deseo de vivir,
reanimada por el recuerdo de que Pip también en “Grandes Esperanzas” escapó de
la muerte.
La tercera parte es la angustiosa
salida de Matilda de su isla, de su mundo infantil destruido. Es el
momento del encuentro emocionado con su
padre en Australia que ha estado siembre presente en su vida. El momento de la
reconstrucción de lo que fue su mundo anterior. Se reencuentra con Dickens, con
el señor Wats, con Pip; encuentros a veces decepcionantes y siempre diferente
al imaginado, o quizá porque se ve desde
otra perspectiva.
Vuelve a la Escuela, después a la Universidad
y ejerce como maestra; siempre busca a Dickens, relee su libro, sigue las
aventuras de Pip y comprueba que hay partes del libro que el señor Watts omitió
o mejor que cambió `para ellos. Todo le parece más pesado, más aburrido, menos
digerible, diferente a como lo vivió.
Busca a la primera mujer de Watts
para saber más de su vida, y esta le
define como un hombre débil, no valiente, con una faceta teatral. Totalmente
diferente al que ella conoció.

Andrew Adamson escribió una adaptación al cine que se filmó en los mismos parajes que describe la novela y que se estrenó en 2013
AURORA SÁNCHEZ LAISECA