sábado, 14 de diciembre de 2013


LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS.

PAOLO GIORDANO- 2008-

El título del libro resulta enigmático y provoca curiosidad. El propio autor nos revela el significado:
“En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.”

Lo anterior resulta ser una metáfora que une los números con la literatura y que muestra el amor imposible entre Alice y Mattia; dos seres extraños, solitarios, hechos el uno para el otro pero a los que su propia incompetencia social y afectiva les impide juntar sus vidas. Están el uno junto al otro, ayudándose, guiándose pero sin poder fundirse en un mismo ser.

El libro cuenta la historia de dos seres únicos, marcados desde su infancia por una tragedia. Alice por un accidente de esquí que la dejará coja de por vida. Mattia por abandonar a su hermana gemela. Ella es anoréxica en un altísimo grado y él ¿autista?, se autolesiona. Mattia es un genio matemático; Alice sin vocación definida, trabaja como fotógrafa.

Ambos se reconocen, ya adolescentes, en el pasillo del Instituto al que asistían; hubo una atracción especial, tal vez la de la soledad, tal vez el dolor. Quizás vieran su imagen reflejada en el espejo del otro. Así fue como iniciaron una amistad en la que sobran las palabras hasta que un día Alice conoce a Favio y Mattia sale de Italia. Pasarán años hasta que un acontecimiento- que termina sin  expresarse -los reúna. Ahí se desencadenan emociones? y sentimientos? dormidos .
Son seres muy diferentes a todos los que les rodean y eso hace que sean rechazados y que ellos mismos rechacen el mundo que les circunda:” Pasaron los años del instituto como de puntillas, rechazando él el mundo, sintiéndose ella rechazada por el mundo, lo que a fin de cuentas terminó pareciéndoles lo mismo”

La relación que mantienen desde su encuentro en el instituto, avanza a lo largo de su vida adulta, con algún paso adelante y muchos atrás; a punto de unir sus caminos pero sin terminar de conseguirlo
 
Mattia - que para mí es el personaje mejor definido, en su tremenda problemática- fuera de los números y su racionalidad, no es capaz de relacionarse con el resto del mundo como persona: Parece carente de afectividad, de sentimientos…no muestra tener las necesidades físicas y afectivas de cualquier ser humano. Está en su torre, ¿o pozo? del mundo de los números donde se siente seguro. Pero esto tampoco le hace tener fe en sí mismo: “Al contrario de lo que les sucede a las personas normales, que ganan confianza según envejecen, el confiaba en sí mismo cada vez menos”

La historia de estos dos personajes  evoca una profunda soledad y un enorme vacío que curiosamente al tratar de ser llenado se rebela y vuelve a su hermetismo y a su mundo egocéntrico. En el devenir de las vidas de ambos encuentra explicación la expresión del título.”La soledad de los números primos”
Es un libro que mantiene al lector muy interesado aunque realmente te encoge el corazón y te sobrecoge el alma. Nos muestra en varias ocasiones comportamientos crueles; es una historia muy triste y tanto más cuanto que tiene  visos de verosimilitud con realidades conocidas. No me gusta el determinismo que se desprende del tratamiento que el autor hace de los problemas de sus personajes. No existe ayuda en ningún caso, ni la familia, ni los amigos, ni la psiquiatría…Es muy derrotista.  

Por otro lado, resulta bastante extraordinario que el autor, un joven de 26 años tenga esos conocimientos, parecen de primera mano, de las complicaciones psicológicas que muestran sus personajes, sobre todo Mattia.
“El autor de la novela, Paolo Giordano (Turín, Italia, 1982), ganó el Premio Strega en su edición de 2008 con este libro, su primera novela. En el año 2001 se recibió con una calificación excepcional: 100/100, en el Liceo Científico Estatal Gino Segré, de Turín. Finalizó su Licenciatura en Física de las Interacciones Fundamentales, graduándose cum laude en la Universidad de Turín, con una tesis considerada entre las mejores.

Con la novela La soledad de los números primos ganó en 2008 el Premio Campiello a la mejor Opera Prima, el Premio Fiesole Narrativa Under 40 y el ya mencionado Premio Strega. A sus 26 años (en 2008) fue el escritor más joven en ganar este último reconocimiento literario. Según Tuttolibri, el suplemento cultural del diario La Stampa, fue el libro más vendido en italia en 2008, con más de un millón de ejemplares
ISABEL

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