lunes, 2 de marzo de 2020


TERRA ALTA de Javier Cercas.

Terra Alta es el título de la novela con la que el escritor extremeño Javier Cercas obtuvo el premio Planeta 2.019.

Y si bien considero a Javier Cercas (de quien ya hemos y comentado en nuestro club Soldados de Salamina y Anatomía de un instante), uno de nuestros mejores escritores actuales, no opino de igual manera acerca del citado galardón ya que pienso –como otros muchos– que es un premio de muy dudosa “limpieza” pues, en ocasiones, ha pesado más, a la hora de concederlo, la popularidad del premiado o el oportunismo del tema a tratar que los propios valores literarios de la obra en cuestión.

Terra Alta es, en esencia, una novela policíaca clásica pues contiene todos los elementos propios del género, a saber: un crimen que resolver, personajes más o menos sospechosos, posibles móviles, sagaces investigadores, etc., etc.

Eso sí, una novela policíaca de lo más tramposa pues deja al seguidor de este género que va reuniendo pacientemente indicios y pruebas para desvelar el enigma, con la sensación de que “le han tomado el pelo” cuando el autor ejerciendo como un prestidigitador y por arte de magia se saca de la chistera, o más bien de la manga un asesino y un móvil completamente inverosímiles.

Contiene también todos los elementos que configuran la novela negra: Policías corruptos, abogados marrulleros, gánsteres poderosos, sádicos sicarios e historias personales más o menos, oscuras.

Tampoco faltan en ella las connotaciones políticas:

Unas, antiguas y relacionadas con la Guerra Civil y más concretamente con la batalla que tuvo lugar en aquellos parajes a orillas del Ebro, la más sangrienta y decisiva de toda la contienda y que, según el autor, todavía sigue viva al menos en las conversaciones de los viejos del lugar.

Otras, de rabiosa actualidad como el fallido referéndum promovido por Puigdemont y sus consecuencias en la Cataluña actual.

Acerca de este tema he aquí lo que dice el Sargento Blai, de los Mossos de Escuadra:

“Yo soy independentista desde que mi madre me parió, no como esta panda de conversos que nos gobiernan y que nos dejarán en la estacada en cuando puedan. Pero antes que independentista soy policía y los policías estamos para cumplir la ley, o sea para hacer lo que dicen los jueces, y no lo que nos salga de los cojones. Y si los putos jueces me ordenan que cierre los colegios, yo me pongo en primer tiempo de saludo, me meto mi independencia por el culo, cierro los colegios y en paz.”

Una reflexión sobre este párrafo:

¿Cuál sería la situación actual en Cataluña si el Mayor Trapero, juzgado estos días por sedición, y el resto de los mandos a sus órdenes hubiesen pensado y actuado como el sargento Blai?

Para completar el guiso, Cercas le añade un último ingrediente:

Los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils ocurridos en 2.017, guiso que, por último sazona con unos toques de Opus Dei para que no le falte de nada.

He dejado para el final al protagonista –Melchor Marín–, tipo torturado y contradictorio  donde los haya, compendio, de los dos personajes principales de Los Miserables –El hampón Jean Vanjean, más tarde reconciliado con la sociedad y su empedernido perseguidor el implacable inspector Javert–, obra ésta, omnipresente a lo largo de casi toda la novela.

Melchor, tras una juventud delictiva gracias a la influencia de la lectura de Los Miserables decide hacerse policía consiguiendo, por medios poco limpios, entrar el el cuerpo de Mossos de Escuadra y allí y a pesar de sus, a veces, poco ortodoxos métodos, se gana el aprecio de sus jefes gracias a su heroísmo y sagacidad.

Aparte de una lectura bastante amena, Terra Alta me ha llevado al firme compromiso de leer Los Miserables, lectura (a muchos les ocurre lo mismo con El Quijote)  que he ido posponiendo una y otra vez por conocer sobradamente su argumento a través del cine, la radio o el teatro.

JUAN CUERDA

No hay comentarios: