CAÍN (2009)- JOSÉ SARAMAGO (1922-2010)
I. JOSÉ SARAMAGO. MISTERIO Y
FE
Para el conjunto de los
seres humanos los dos grandes enigmas a lo largo de la vida son: LA MUERTE Y EL
MÁS ALLÁ. Nos ocupan toda la vida pero no logramos acercarnos lo suficiente
para comprender su misterio. Nada nos enriquece tanto como el tratar de
comprender pero la única herramienta que se nos ofrece para entender el
misterio es LA FE. Desgraciadamente nuestra fe solo está apoyada en la
TRADICIÓN- transmitida de una a otra generación- y se nos “escamotea” el
misterio. Para el autor, la fe no es un tranquilizante, no
resuelve las “oscuridades” ni la angustia ante la muerte y ante el
más allá.” Una fe que no se
arriesga a enfrentarse con el misterio no merece la pena”
Apoya estas afirmaciones
en las expresiones que ha conocido de los que él llama embajadores celestiales en
la tierra, tan significativos como: Gregorio
VII-León X-CLEMENTE II-INOCENCIO III... Todos ellos expresan sus grandes dudas
de fe como es el caso de PABLOIII, cuando escribe al duque de Mendoza,
embajador de España en Roma: “Al no haber
podido encontrar prueba alguna de la realidad histórica de Cristo, me veo
obligado a aceptar solamente la figura de un dios más mítico y solaz”
Para el autor, la fe se
desmorona inevitablemente cuando, al intentar comprender la verdad del otro, la
única actitud que encuentras es la de “ceguera voluntaria” cuando no la de
hipocresía o mala intención.En tal caso no cabe más
que acatar la máxima de la Lógica Universal: “Lo que sin pruebas se afirma, no necesita pruebas para negarse”
II. CAÍN-LA NOVELA
Aunque no
podamos decir que esta obra es su testamento vital, sí que condensa lo esencial
de su escritura. Mucho de lo que hay en Caín ya estaba recogido en obras anteriores.
De hecho,
esta novela tiene la importancia de cerrar un ciclo abierto con ”El evangelio según Jesucristo” Si en
la primera Saramago lleva a cabo una lectura personalísima del Nuevo
Testamento, en Caín hace
lo propio con el Antiguo
Testamento. Aunque planteadas como novelas independientes, los puntos en
común entre ambas son más que evidentes, y sus lecturas resultan
complementarias para esclarecer el sentido más profundo del insistente ateísmo
del escritor portugués. Sin embargo, el planteamiento entre ambos libros es diferente como distintas son las fuentes
en las que se basan. El Nuevo
Testamento se basa en la biografía de un único personaje:
Jesucristo. En el Antiguo
Testamento se aglutinan un conjunto de textos más heterogéneos,
donde el protagonista es el mismo Dios. Saramago elige como protagonista, entre
todos los personajes bíblicos, a Caín,
condenado a vagar eternamente como castigo por haber asesinado a su hermano
Abel.
El autor le concede la capacidad de avanzar y retroceder en el tiempo, lo que
le permite ser testigo de diversos sucesos bíblicos relatados en el Antiguo Testamento y conocer otros
antes de que sucedan.
Desde el punto de vista
literario podemos decir que el autor juega con el anacronismo entre el tiempo postmoderno-el que comparte él con los
lectores- y el tiempo bíblico de los
personajes. Y también podemos hablar de ucronía
que según la RAE es “La reconstrucción de
la historia sobre datos hipotéticos” y “modificar el resultado de un hecho
histórico” e incluso se conoce como género literario denominado novela histórica alternativa que se
caracteriza porque la trama se desarrolla a partir de un punto del pasado en el
que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como ocurrió en la
realidad.
En efecto, la maldición de Caín le proyecta en
el tiempo como un personaje que no conoce su futuro sino que ha vivido en él.
Ello le permite ser testigo de algunos de los episodios del Génesis en los que mejor se aprecia la crueldad de Yahvé: Abraham, Isaac, Babel,
Sodoma, Median, Job…El autor da un buen repaso al Antiguo Testamento y, parecería,
que, con razón, porque en sus libros
encontramos un Dios vengativo y exigente con quienes creen en Él. Hay muchos
ejemplos: El sacrificio que pidió a
Abraham de su hijo Isaac; la serie de torturas a las que sometió a su siervo
Job; la destrucción de Sodoma y Gomorra con todos sus habitantes. El autor
inventa elementos en cada uno de los episodios que, a veces, resultan
hilarantes.
Caín duda de si mató a su hermano por envidia, por
celos- al ser el preferido de dios- o porque sus cabras se comían cada día su
alfalfa y sus lechugas. Culpa a Dios de ser “más pastor que hortelano”
Condenado por su osadía, que no por su pecado, comenzó así sus idas y venidas
por todos los acontecimientos bíblicos en donde fue viendo y analizando el
comportamiento divino, sus relaciones con sus criaturas. En todos los episodios
atribuye a Dios lo peor, le trata sobre todo y reiteradamente de “injusto,
cruel y vengativo”
El autor se rebela con
Dios constantemente y en todos los episodios que narra:
* Así, en el Génesis, Dios creó al primer hombre de barro- el material más
degradante- eligió lo peor “Dios no nos
tiene aprecio”, dice Caín.
*
Creó a la primera mujer-
LILIT- de igual materia que al hombre, pero no dio resultado. No quería estar
sumisa, fue condenada a ganarse el pan con el placer de su cuerpo. Dios no nos quiere.
* Expulsó a sus padres del
botánico por comer una fruta prohibida. ”Dios
no se fía de nosotros” y sin entregarles un pez ni enseñarles a pescar: Dios no se despreocupa de nuestro futuro.
* Caín presenció la
historia del becerro al sentirse abandonado el pueblo. Al regreso de Moisés
la venganza fue terrible: 3000 muertos. Caín, escandalizado, se sacudió el
polvo y se marchó haciendo cálculos: ”si por una sola muerte he sido condenado a un
castigo cruel, ¿cuál será el castigo que
debiera recibir Dios por tantas muertes por Él ordenadas”
* Fue testigo también de cómo
el pobre rico Job, aquel de:” Desnudo
nací, desnudo volveré a la tierra. Dios todo me lo dio y ahora todo me lo
quita”. Después de ver morir a todos sus hijos y perder toda su fortuna, es
abandonado por Dios en brazos de SATAN. Caín se marcha sin poder
consolar a Job, pensando que ”Dios es sordo”. ¿Merece la pena tener un Dios
así?- se pregunta Caín-
* Otro día tomaba el
aperitivo con Dios en el Arca mientras los ángeles obreros terminaban de armarla y
transportarla hasta el agua, lejana, para comprobar que no tenía goteras.
Le dijo Dios: “Un dios es como un pozo sin fondo. Si te
asomas a él nunca consigues ver reflejado tu rostro”. A lo cual respondió
Caín, con todo respeto: ”Con el tiempo todos los pozos acaban secándose. Ten cuidado,
pues algún día el tuyo también puede agotarse”.
* Caín debió ser el primer
enólogo. Conoció las virtudes del
vino. Las grandes borracheras estaban a la orden del día. El vino debía
acompañarse de ciertas sustancias afrodisíacas y alucinógenas pues el sueño
profundo podía prolongarse durante varios días, durante los cuales tenían lugar
verdaderas bacanales. El consumo de vino y las bacanales se han mantenido en
todo el tiempo como afirma Caín incluyéndose también en los ritos y en la
liturgia de su iglesia.
* Caín También fue testigo
del mayor espectáculo de circo de todos los tiempos. No hubo nunca más un día
como aquel, en el que Dios detuvo el sol durante un día entero, para que Josué
y su ejército pudieran arrasar y destruir con luz de día toda la ciudad de Jerico.
* Tras pasar un fin de
semana visitando las obras de Babel, pudo comprobar Caín lo triste
y doloroso y difícil que resulta ponerse de acuerdo sobre algo, un grupo de
personas con distintos intereses , en una obra, hablando cada uno lenguas
incomprensibles para el resto, tener banderas diferentes, no hablarse, no
mirarse, no oírse, no querer entenderse. Los unos con los pies en el suelo y la
mirada a la tierra, los otros con la cabeza en las nubes y la mirada en el más
allá.Se marchó desolado
consciente de que esa obra se caería por sí sola, si un mediador eficiente no
intervenía pronto.
* Tiene necesidad, Caín,
de regresar junto a Lilith y conocer a su hijo de diez años y contarles cuánto
ha visto y aprendido durante su castigo.
“Después
de todo lo visto siento que no soy el mismo hombre”- dice Caín-
“Nadie
es una sola persona”- afirma Lilit- “Tú, Caín, eres también Abel y yo soy, a la vez, todas las mujeres.
Todos sus nombres son mis nombres”
“Algo sí he aprendido, Qué, Que
nuestro dios, el creador del cielo y de la tierra, está rematadamente loco.
Cómo te atreves a decir que el señor dios está loco, Porque sólo un loco sin
conciencia de sus actos admitiría ser el culpable directo de la muerte de
cientos de miles de personas y se comportaría luego como si nada hubiese
sucedido, salvo que, y pudiera ser, no se tratara de locura, la involuntaria,
la auténtica, sino de pura y simple maldad, Dios nunca podría ser malo, o no
sería dios, para malo ya tenemos al demonio”
Este fragmento, refleja bien el estilo literario de la novela que es el del propio Saramago: sin diálogos más que los novelados, sin
puntos apenas, con muy pocos puntos y aparte.
III. CONCLUSIÓN.
* Creo que para hacer una
lectura adecuada de esta obra hay que hacerla desde lo ajeno a la religión. Desde el ateísmo se caería en el aplauso y
desde la fe se la quemaría. Caín es una amarga desacralización del A.
Testamento. Es una obra importante de lo denominado “desarraigo postmodernista”
de nuestros días y debe formar parte de la historia de los hombres que, como
dice Saramago, ”Es la historia de sus desencuentros con dios”
El autor parece invitar a los lectores a hacer una reflexión personal
sobre la naturaleza y fortaleza de su fe, del nivel de comunicación con nuestro
dios, pudiendo plantearle dudas y quejas que pone en boca Caín.
* Saramago, en
sus obras, hace reflexiones que no se detienen ante ningún dogma, ningún tipo
de corrección política, ninguna frontera. “Yo me digo: cuanto más viejo, más libre; y
cuanto más libre, más radical”. Esa
radicalidad hace de él un escritor controvertido.
* Caín es la historia de la discusión entre Dios y Caín- los
hombres- Argumentan el uno contra el otro, una y otra vez y seguramente
continuaran haciéndolo.
* Pero lo que no es discutible es la “maestría de una poética
narrativa, extraordinariamente eficaz, suntuosa y trascendente a la vez”
También aquí, el autor, pone a prueba su magia para contar
cuentos, su capacidad narrativa al contar, a su modo, una historia que todos
conocemos.
¡PAZ A CAÍN, FE EN EL FUTURO!
MANUEL JIMÉNEZ
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