martes, 17 de diciembre de 2024

 

2024, UN AÑO QUE SE ACABA…

                                                                  

Tras el cristal de la ventana desde la que                                            

                tantas veces y tantos días

vivo mocionada las horas del atardece                                            r,

                hoy puedo contemplar

cómo se van oscureciendo los rosas fríos de las nubes,

               escribiendo en un cielo violáceo las últimas palabras del día,

cómo los últimos rayos del sol se reflejan en múltiples espejos

               transformando los ocres de los muros en deslumbrantes destellos dorados,

cómo bandadas de minúsculos pajarillos

               vuelan en formaciones perfectas oscureciendo el cielo en busca de su nido.

 

Es otoño.Es diciembre.

Es un año que se acaba.

 

Sólo a un paso, al bajar a la calle, se siente el ruido.

Y son incontables los puntos de luz de variados colores

                que extienden un manto de brillantes destellos y ocultan la negrura de la noche.

 Y hay un incesante trasiego humano donde se mezclan

                un universo de voces confusas con músicas de ayer y de hoy.

Sólo a un paso. Al bajar a la calle.

 

Un año que se acaba.

Regreso a mi silencio.

Un silencio que duele y llora sin lágrimas,

                 por tantos que han visto sus vidas arrasadas,

                 por tantos que lloran a los que desaparecieron,

                 por tantos que tuvieron que alejarse de su tierra invadida,

                 por tantos que no pudieron llegar al final de un viaje inseguro,

                 por tantos niños y mujeres víctimas de abusos y violencia.

                

Regreso a mi silencio.

Y te busco a ti, amigo.

Y comparto contigo mi dolor y la alegría de encontrarnos.   

 

Regreso a mi silencio.

Y contemplo a través del cristal la belleza de un día que se acaba.

Y siento el calor de todo lo que conforma mi vida.

Y escucho – sin palabras - la voz de los que amo.

Y busco - en el recuerdo – la sonrisa   la alegría de mis nietas.

Y me siento agradecida.   

                                                        

   

  Y sueño con un año nuevo.    Y renace una esperanza.                   

Albacete, diciembre 2024            Pepa Sirvent                                                               

    

 



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