EL
AMANTE. Marguerite Duras
La novela “El amante” nos ha acercado a una
escritora que desborda por la complejidad de su vida y su obra. Contaba en su
haber con más de veinte novelas, dieciocho películas, catorce obras teatrales
propias y seis adaptaciones ajenas,
numerosos artículos, cuatro libros más de ensayos…
Aunque el libro no es extenso contiene muchas de las claves de lo que ha sido la
trayectoria vital y profesional su autora. Ya el argumento de su tercera novela
”Un dique contra el Pacífico” sería una constante
en toda su obra posterior: las desventuras de una mujer viuda, pequeña
funcionaria francesa en Indochina, y sus
tres hijos. Parece que retrata bastante bien a la madre de la escritora que
obtuvo una concesión agrícola que
resultó ser inviable, ya que las aguas del Pacífico la inundaban seis meses al año.
Ella luchó por estas tierras construyendo un dique para salvaguardarlas pero
fracasó y tuvo que malvivir con sus hijos.El amante si sitúa en los mismos parajes donde nació y vivió la propia escritora. Se trata de los amores entre una niña blanca, de quince años, y un joven y rico comerciante chino, en Indochina, dominado por el colonialismo francés de finales de los años veinte. Esta obra está presidida por la búsqueda del deseo. Podemos calificarla de novela iniciática; es la historia de una joven ante el descubrimiento de su propio deseo: sexual, por un lado y el deseo vital de ser escritora por otro.
La joven, de quien
ignoramos incluso su nombre, nos introduce en su vida personal a modo de diario y aunque no es este el formato
del libro, en algunos capítulos parece claro el recurso y la intención.
El
amante, es una novela bastante autobiográfica, como todo lo
que escribió. Es una obra de madurez. Ya tenía setenta años. Su escritura
entremezcla ficción y vivencias personales de sexo precoz.
La protagonista sabe lo que quiere y lo que tiene que hacer para conseguirlo. No parece haber para ella, en esa relación, una intención mayor al placer de hallar una puerta de escape al asfixiante clima familiar que vive en su casa, regentada por una madre impredecible.
De la lectura de la novela también puede deducirse que culpa a la madre por haberle negado el amor y atención necesarias e incluso de “haber mirado para otro lado” en sus prematuras y negativas experiencias sexuales que marcarían, de por vida, su relación con los hombre e incluso con el mundo
La relación sexual entre
los dos jóvenes es complejísima. Se describe con una frialdad fuera de lo
común, no obstante, comprendemos cada instante, cada silencio, cada gesto ya
sea de amor o de desprecio.
Pero junto a esta relación
figuran otros componentes familiares de
la autora. Es asombrosa y espeluznante la presencia del hermano mayor. Lo sigue
a través de los años y cuenta su proceso de mezquindad. Lo expresa con tal
precisión que nos conmueve.
Tampoco falta, en la obra,
la mirada occidental crítica, inmersa en un mundo diferente, donde la segregación
racial separa a unos de otros sin escrúpulos. Se aceptan decisiones increíbles dentro
de paradigmas tradicionales de una cultura milenaria. El amante millonario en
modo alguno podrá casarse con una joven blanca.
¿Y qué decir del estilo
literario de Duras? Nos tomamos la libertad de dejar hablar de este punto a la
escritora Mercedes de Vega que en su
artículo MARGUERITE DURAS Y LA BIOGRAFÍA COMO ESCRITURA lo expresa con un
conocimiento que nosotros no tenemos.
“La
«nouveau roman», es una expresión que agrupa fundamentalmente a los autores franceses
de mediados del siglo XX que exploraban sus propios caminos para alejarse de
los prejuicios narrativos en la composición. La libertad, como liberación de
las servidumbres de la estructura clásica. Se antepone la “escritura” a la
“historia”… Y nadie como Marguerite Duras para demostrarnos, con un estilo
depuradamente biográfico, cómo con esta fórmula novedosa se desvela un mundo de
ficción inmensamente rico, lleno de matices y de nuevas ideas interpretativas.
Marguerite Duras evoluciona tras sus
primeras novelas hacia la «nouveau roman» y el existencialismo. Simpatizó con
Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Escribe maravillosos fragmentos de
introspección y de autoexploración que parten de la idea de la fragmentación
como unidad. Sus novelas nos descubren su mundo interior por el que transita
con una facilidad asombrosa, como si tuviera una lente que observa su yo,
sacando de él todo el material narrativo necesario para dar forma a su ficción,
que en ella, es también su realidad. Realidad y ficción se confunden
continuamente en la vida de la autora excepcional que era, y que a veces nos es
difícil sustraer lo narrado de lo vivido...
Marguerite Duras escribió intensamente
sobre el porqué de la escritura. Escribir, es un pequeño ensayo a modo de
biografía introspectiva, una terapia reflexiva de su mundo interior y
herramienta de libertad... Es una pequeña joya sobre la experiencia de
escribir, una meditación sobre el proceso creativo en sí mismo, sobre la
aventura fantástica de la escritura: reflexiones profundas del por qué ella
escribe; qué se esconde tras de esa necesidad, esa locura. Escribir, es un
texto formado por sus experiencias vitales: el amor, la soledad, la muerte, el
dolor, el alcohol, los hijos; y por reflexiones generales: la escritura, la
guerra, el arte, la pintura, el cine, la política…; un cóctel brillante de las
influencias que la han guiado en su literatura y en el proceso psicológico que
comienza mucho antes de sentarse ante una página en blanco”
ISABEL
1 comentario:
Isabel me ha encantando tu comentario sobre el libro de Marguerite Duras, la síntesis que has hecho de lo que se habló y del articulo que os deje. Muchas gracias. gloria
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