“SIN DESTINO” (1975) INRE
KERTESZ( 1929-2016)
En
esta ocasión, antes de pasar a comentar el libro, hago una síntesis de la
biografía del autor pues es la base del título que nos ocupa. Conocer su vida, sin
duda, ayudará a la comprensión del texto.
IMRE KERTESZ nació en Budapest en noviembre de 1929,en el
seno de una familia perteneciente a la burguesía judía y murió en Budapest en
marzo de 2016 tras padecer, durante varios años, la enfermedad de Parkinson.
Desde los cinco años vive en un internado debido a la separación de sus
padres.
En 1944, a la edad de 14 años, es deportado al campo de exterminio de
AUSCHWITZ, primero y al de concentración de BUCHENWALD después, en donde se
hace pasar por un trabajador de 16 años para escapar de la muerte y donde
permaneció año y medio hasta su liberación al término de la guerra.
De regreso a Budapest terminó sus estudios y posteriormente trabajó como
periodista, traductor al húngaro de diversos escritores alemanes y guionista de
cine, compartidos con su actividad como novelista y escritor.
En 1975 aparece su primera novela “Sin Destino”, de carácter autobiográfico,
que constituye un gran éxito y crea controversia entre sus lectores debido a su
visión subjetiva del Holocausto. Fue llevada al cine en 2005.
La censura húngara de posguerra y su condición de judío fueron las
causas de que sus libros no alcanzaran la difusión que merecían hasta pasados
muchos años. En 1986 se lamentaba amargamente el autor:”Siempre seré un escritor húngaro de segunda fila, ignorado y
malinterpretado”

* Sus libros de carácter histórico
presentan una visión de toda la cultura centroeuropea de posguerra.
* Los que se refieren al Holocausto-“destrucción
masiva alemana de los judíos europeos”- son escritos de gran precisión y
meticulosidad, cargados de ironía y sin concesiones sobre el Genocidio. A
diferencia de otros escritores judíos sobre el mismo género, KERTSZ considera
que “El Holocausto no es asunto interno
entre judíos y alemanes” Para él significa el punto final de una crisis
moral y espiritual de Occidente, el piélago donde se hundieron los valores que
habían sustentado, durante siglos, la civilización europea

Es
una novela de marcado carácter autobiográfico ya que la propia vida de autor
constituye la materia prima de la novela, dando así verosimilitud a los hechos
narrados y credibilidad a sus personajes.
El
autor considera al personaje principal inocente e incapaz de ver un “infierno”
en el campo de concentración, como un auténtico “sin destino”. Su estancia en
el campo le sirve de formación y adquisición de una personalidad, y,
finalmente, una vez LIBRE, elegir su propio destino.
HASTA
LOS 14 AÑOS, falta absoluta de libertad,
para elegir su destino.
GYORGY ignora lo que significa “ser judío” Va
observando lo que ve:
* Una estrella amarilla para diferenciar a los
judíos
* Asistencia a una escuela de secundaria
exclusiva para judíos.
*
Visitas más frecuentes a su casa por parte de otros judíos.
*
Distintos comportamientos de los ciudadanos con los judíos, pues, mientras unos
son respetuosos y se muestran solidarios y empáticos, otros, como la panadera,
además de negar el saludo les resta algo de pan en cada ración y…
Reflexionando
sobre ello, sabe que si la
panadera les tuviera respeto habría tenido la sensación desagradable de estar engañándolos. Por lo
tanto estaba actuando por convicción e ideología, es decir guiada por la verdad
y la justicia que emana de sus ideales. Supe, también, aunque a ella no se lo
dije (el narrador nos habla en primera persona desde el propio escenario, lo
cual nos permite ver de cerca los hechos
narrados) que la admiraba. Annamaría había permanecido en su internado- como
yo-a causa de la separación de sus padres) y que podría llegar a quererla, sin
importarme que fuera judía.
Por
esas fechas, cuando mi padre fue llamado para realizar “trabajos obligatorios”
toda la familia vino a despedirlo. Mi padre y mi tío LAJOS me hablaron por
primera vez sobre mis responsabilidades como judío: fin de los días felices y
despreocupados de la infancia, principal apoyo de mi madrastra a partir de hoy,
entender bien el significado de preocupación y renuncia. A partir de
hoy, ya como adulto, ser partícipe del destino común de los
judíos (“constante persecución desde hace milenios, que los judíos
aceptamos con paciencia y resignación, impuesto por Dios, como castigo por
nuestros pecados cometidos en el pasado. Sólo de Él podemos esperar la Gracia,
a cambio de nuestro esfuerzo, capacidad y sacrificio, en estos momentos de
especial dificultad, ocupando el lugar que Él nos ha asignado. En mi caso, el
de cabeza de familia. Junto a mi tío recé por primera vez-“repetí como un
papagayo las lecturas que él hacía en hebreo, idioma que yo desconocía”)
EN EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN
Un
día, el autobús que nos conducía a la escuela Secundaria, fue desviado de su
ruta y, tras varios días de viaje en diversos medios y portando solo la mochila
escolar, llegamos a nuestro primer destino: AUSCHWITZ donde nada nos hizo
sospechar de la verdadera naturaleza del lugar. Allí fuimos separados en dos
grupos:
-
Los aptos para trabajar, entre los que me encontraba yo, fuimos destinados al
campo de concentración de BUCHENWALD. El resto quedaron allí. Nunca volvimos a
ver ni tuvimos noticias de ninguno de ellos.
Pronto
empezó nuestro particular calvario:
duros trabajos en jornadas interminables (cocinas, transportes, letrinas,
construcción…severos castigos a los errores cometidos, hambre, frío,
enfermedades, piojos, muerte…
Tuvimos
que aprender a vivir. El campo
parecía un lugar tolerable siempre que observáramos un buen comportamiento y
tuvieras suerte. Hacer las cosas bien desde el principio; no perder la
esperanza; administrar el escaso alimento; lavarse frecuentemente (“Lávate
también el pito: ahí anidan los piojos”), huir de la idea de suicidio y hacer
patria. En la vida de un preso todos los días son laborables.
Pronto
nos dimos cuenta de que en un campo de concentración no queda tiempo
para vivir… si acaso para sobrevivir. Al toque de Diana el que se quedaba
en la cama desparecía para siempre. Cada día soportaba peor el hambre; nos
restaban la porción de pan; cada día tenía menos ganas de rezar y más de
dormir…el primer asesino que vieron mis ojos era de sangre gitana, había matado
a una vieja rica para robarle. Ahora era responsable, en el Campo, de mantener
el orden y la justicia. El hambre y el maltrato crecientes empezó a crear en mí
un estado de enfado y de odio contra todo y contra todos hasta el extremo de crear
en mí la necesidad de matar a alguien…comprendí como el tiempo nos
estaba engañando. Todo parecía seguir igual pero nosotros habíamos cambiado; ya
no nos reconocíamos a nosotros mismos…carecíamos de libertad:
solo nuestra imaginación era libre. Eso nos impedía caer en la locura.
Una
lesión grave de muslo y rodilla me obligó a ser hospitalizado. La estancia en
el hospital y la relación con otros enfermos, médicos y enfermeros de otras
unidades, me permitió ir, poco a poco, tomando conciencia de todas las actividades
del campo de concentración. Haberlo aprendido todo de golpe habría significado
una locura. Durante esta estancia escuché que había llegado l campo el
prisionero número noventa mil.
Antes
de recibir el alta médica llegó el final de la guerra y nuestra libertad,
pero era tan grave el hambre que parecía que no podía empezar a pensar en serio
en la libertad hasta después de cenar un buen plato de sopa.
EL REGRESO
A BUDAPEST
La
primera visita fue a un puesto de socorro
para identificarnos, recibir documentos de identidad y algún dinero para “empezar a vivir de nuevo”
Traté
de encontrar a un amigo del campo de concentración que me había salvado la
vida. No había regresado y la familia no tenía noticias suyas.
Fui
a mi casa, en busca de mi madrastra, pero no la encontré. La gente que ahora
vivía en mi casa, y que decían que eran sus dueños, no la conocían ni tenían
noticias de ella. Los vecinos, judíos también me aseguraron que había certeza
de la muerte de mi padre y que mi madrastra se había vuelto a casar y vivía
fuera de la ciudad. También que mi madre estaba bien y que había venido a
buscarme. Su pareja no había regresado de sus “trabajos obligatorios” Me
contaron también que la vida había sido muy difícil para los que permanecieron
en la ciudad. Trataron de convencerme de que debía olvidar los horrores de la guerra para poder empezar una
nueva vida libremente. Ellos no sabían que me estaban pidiendo cosas imposibles. No comprendían que mis
vivencias habían sido reales y que yo no podía mandar sobre mis recuerdos. De
todos modos, al haber recibido de forma gradual la verdadera naturaleza del
campo de concentración, yo no tenía la sensación de que allí dentro todo fueran
“horrores”. Además, yo no voy a empezar una nueva vida: quiero seguir viviendo mi misma y
única vida.
Decidí
ir a buscar a mi madre. No sé si me
reconocerá; yo mismo, al ver mi cara en el espejo, después de dos años, no me
reconocí. Parecía el mío un rostro profundamente envejecido y malgastado por
los placeres carnales.
La ciudad había cambiado mucho, también los
ciudadanos. La información sobre los campos de concentración iba llegando de
golpe. Todo el mundo se preguntaba ¿Cómo era posible tanto horror? ¿Cómo se
había podido llegar a ese infierno? Todos querían saber. Todos preguntaban. Me
decían que publicara mis experiencias.
Decidí
que si un día escribía sobre el tema, tal vez lo hiciera limitándome solo y
exclusivamente a las pocas bellas que allí encontré.
Narración
cargada de ironía y sarcasmo; transformación de “un infierno en vida”, en la
ingenuidad de unos personajes que van a la deriva, que no luchan contra su
terrible destino porque no son conscientes de él hasta que es demasiado tarde.
¡Tremenda
historia de fácil lectura y difícil comprensión!
Manuel Jiménez
2 comentarios:
Como me perdí el debate de este libro que me gustó mucho,por lo que estaba deseando leer el comentario del libro.
Me ha parecido un total acierto iniciarlo con la biografía del autor para entender los matices, como muy bien dices al final, Manolo.
¡Tremenda historia de fácil lectura y difícil comprensión!
(Estoy ensayando y se me ha colado el comentario, lo redacto mejor)
Este libro me gustó mucho y como no pude estar en el debate, estaba deseando leer el comentario.
Me ha parecido un total acierto iniciarlo con la biografía del autor para entender los matices, como muy bien dices al final, Manolo.
¡Tremenda historia de fácil lectura y difícil comprensión!
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