viernes, 25 de enero de 2019



“SIN DESTINO” (1975) INRE KERTESZ( 1929-2016)

En esta ocasión, antes de pasar a comentar el libro, hago una síntesis de la biografía del autor pues es la base del título que nos ocupa. Conocer su vida, sin duda, ayudará  a la comprensión del texto.

IMRE KERTESZ nació en Budapest en noviembre de 1929,en el seno de una familia perteneciente a la burguesía judía y murió en Budapest en marzo de 2016 tras padecer, durante varios años, la enfermedad de Parkinson.

Desde los cinco años vive en un internado debido a la separación de sus padres.
En 1944, a la edad de 14 años, es deportado al campo de exterminio de AUSCHWITZ, primero y al de concentración de BUCHENWALD después, en donde se hace pasar por un trabajador de 16 años para escapar de la muerte y donde permaneció año y medio hasta su liberación al término de la guerra.

De regreso a Budapest terminó sus estudios y posteriormente trabajó como periodista, traductor al húngaro de diversos escritores alemanes y guionista de cine, compartidos con su actividad como novelista y escritor.

En 1975 aparece su primera novela “Sin Destino”, de carácter autobiográfico, que constituye un gran éxito y crea controversia entre sus lectores debido a su visión subjetiva del Holocausto. Fue llevada al cine en 2005.

La censura húngara de posguerra y su condición de judío fueron las causas de que sus libros no alcanzaran la difusión que merecían hasta pasados muchos años. En 1986 se lamentaba amargamente el autor:”Siempre seré un escritor húngaro de segunda fila, ignorado y malinterpretado”

Una vez publicada su obra fue galardonado con diversos premios, nacionales e internacionales, incluido el Nobel de Literatura, en 2002, concedido por: “Una obra que conserva la frágil experiencia del individuo frente a la bárbara arbitrariedad de la historia” Fue el primer escritor húngaro en recibir este galardón.

* Sus libros de carácter histórico presentan una visión de toda la cultura centroeuropea de posguerra.

* Los que se refieren al Holocausto-“destrucción masiva alemana de los judíos europeos”- son escritos de gran precisión y meticulosidad, cargados de ironía y sin concesiones sobre el Genocidio. A diferencia de otros escritores judíos sobre el mismo género, KERTSZ considera que “El Holocausto no es asunto interno entre judíos y alemanes” Para él significa el punto final de una crisis moral y espiritual de Occidente, el piélago donde se hundieron los valores que habían sustentado, durante siglos, la civilización europea

“SIN DESTINO” narra la historia de un año y medio de la vida de GYORGY KOVES, joven húngaro, judío, de 15 años, en diversos campos de concentración nazis.

Es una novela de marcado carácter autobiográfico ya que la propia vida de autor constituye la materia prima de la novela, dando así verosimilitud a los hechos narrados y credibilidad a sus personajes.

El autor considera al personaje principal inocente e incapaz de ver un “infierno” en el campo de concentración, como un auténtico “sin destino”. Su estancia en el campo le sirve de formación y adquisición de una personalidad, y, finalmente, una vez LIBRE, elegir su propio destino.

 HASTA LOS 14 AÑOS, falta absoluta de libertad, para elegir su destino.

GYORGY ignora lo que significa “ser judío” Va observando lo que ve:

*  Una estrella amarilla para diferenciar a los judíos
*  Asistencia a una escuela de secundaria exclusiva para judíos.
* Visitas más frecuentes a su casa por parte de otros judíos.
* Distintos comportamientos de los ciudadanos con los judíos, pues, mientras unos son respetuosos y se muestran solidarios y empáticos, otros, como la panadera, además de negar el saludo les resta algo de pan en cada ración y…

Reflexionando sobre ello, sabe que si la panadera les tuviera respeto habría tenido la sensación  desagradable de estar engañándolos. Por lo tanto estaba actuando por convicción e ideología, es decir guiada por la verdad y la justicia que emana de sus ideales. Supe, también, aunque a ella no se lo dije (el narrador nos habla en primera persona desde el propio escenario, lo cual nos permite  ver de cerca los hechos narrados) que la admiraba. Annamaría había permanecido en su internado- como yo-a causa de la separación de sus padres) y que podría llegar a quererla, sin importarme que fuera judía.

Por esas fechas, cuando mi padre fue llamado para realizar “trabajos obligatorios” toda la familia vino a despedirlo. Mi padre y mi tío LAJOS me hablaron por primera vez sobre mis responsabilidades como judío: fin de los días felices y despreocupados de la infancia, principal apoyo de mi madrastra a partir de hoy, entender bien el significado de  preocupación y renuncia. A partir de hoy, ya como adulto, ser partícipe del destino común de los judíos (“constante persecución desde hace milenios, que los judíos aceptamos con paciencia y resignación, impuesto por Dios, como castigo por nuestros pecados cometidos en el pasado. Sólo de Él podemos esperar la Gracia, a cambio de nuestro esfuerzo, capacidad y sacrificio, en estos momentos de especial dificultad, ocupando el lugar que Él nos ha asignado. En mi caso, el de cabeza de familia. Junto a mi tío recé por primera vez-“repetí como un papagayo las lecturas que él hacía en hebreo, idioma que yo desconocía”)

EN EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN

Un día, el autobús que nos conducía a la escuela Secundaria, fue desviado de su ruta y, tras varios días de viaje en diversos medios y portando solo la mochila escolar, llegamos a nuestro primer destino: AUSCHWITZ donde nada nos hizo sospechar de la verdadera naturaleza del lugar. Allí fuimos separados en dos grupos:

- Los aptos para trabajar, entre los que me encontraba yo, fuimos destinados al campo de concentración de BUCHENWALD. El resto quedaron allí. Nunca volvimos a ver ni tuvimos noticias de ninguno de ellos.

Pronto empezó nuestro particular calvario: duros trabajos en jornadas interminables (cocinas, transportes, letrinas, construcción…severos castigos a los errores cometidos, hambre, frío, enfermedades, piojos, muerte…

Tuvimos que aprender a vivir. El campo parecía un lugar tolerable siempre que observáramos un buen comportamiento y tuvieras suerte. Hacer las cosas bien desde el principio; no perder la esperanza; administrar el escaso alimento; lavarse frecuentemente (“Lávate también el pito: ahí anidan los piojos”), huir de la idea de suicidio y hacer patria. En la vida de un preso todos los días son laborables.

Pronto nos dimos cuenta de que en un campo de concentración no queda tiempo para vivirsi acaso para sobrevivir. Al toque de Diana el que se quedaba en la cama desparecía para siempre. Cada día soportaba peor el hambre; nos restaban la porción de pan; cada día tenía menos ganas de rezar y más de dormir…el primer asesino que vieron mis ojos era de sangre gitana, había matado a una vieja rica para robarle. Ahora era responsable, en el Campo, de mantener el orden y la justicia. El hambre y el maltrato crecientes empezó a crear en mí un estado de enfado y de odio contra todo y contra todos hasta el extremo de crear en mí la necesidad de matar a alguien…comprendí como el tiempo nos estaba engañando. Todo parecía seguir igual pero nosotros habíamos cambiado; ya no nos reconocíamos a nosotros mismos…carecíamos de libertad: solo nuestra imaginación era libre. Eso nos impedía caer en la locura.

Una lesión grave de muslo y rodilla me obligó a ser hospitalizado. La estancia en el hospital y la relación con otros enfermos, médicos y enfermeros de otras unidades, me permitió ir, poco a poco, tomando conciencia de todas las actividades del campo de concentración. Haberlo aprendido todo de golpe habría significado una locura. Durante esta estancia escuché que había llegado l campo el prisionero número noventa mil.

Antes de recibir el alta médica llegó el final de la guerra y nuestra libertad, pero era tan grave el hambre que parecía que no podía empezar a pensar en serio en la libertad hasta después de cenar un buen plato de sopa.

EL REGRESO A BUDAPEST

La primera visita fue a un puesto de socorro para identificarnos, recibir documentos de identidad y algún dinero para “empezar a vivir de nuevo”

Traté de encontrar a un amigo del campo de concentración que me había salvado la vida. No había regresado y la familia no tenía noticias suyas.

Fui a mi casa, en busca de mi madrastra, pero no la encontré. La gente que ahora vivía en mi casa, y que decían que eran sus dueños, no la conocían ni tenían noticias de ella. Los vecinos, judíos también me aseguraron que había certeza de la muerte de mi padre y que mi madrastra se había vuelto a casar y vivía fuera de la ciudad. También que mi madre estaba bien y que había venido a buscarme. Su pareja no había regresado de sus “trabajos obligatorios” Me contaron también que la vida había sido muy difícil para los que permanecieron en la ciudad. Trataron de convencerme de que debía olvidar los horrores de la guerra para poder empezar una nueva vida libremente. Ellos no sabían que me estaban pidiendo  cosas imposibles. No comprendían que mis vivencias habían sido reales y que yo no podía mandar sobre mis recuerdos. De todos modos, al haber recibido de forma gradual la verdadera naturaleza del campo de concentración, yo no tenía la sensación de que allí dentro todo fueran “horrores”. Además, yo no voy a empezar una nueva vida: quiero seguir viviendo mi misma y única vida.

Decidí ir a buscar a mi madre. No sé si  me reconocerá; yo mismo, al ver mi cara en el espejo, después de dos años, no me reconocí. Parecía el mío un rostro profundamente envejecido y malgastado por los placeres carnales.

 La ciudad había cambiado mucho, también los ciudadanos. La información sobre los campos de concentración iba llegando de golpe. Todo el mundo se preguntaba ¿Cómo era posible tanto horror? ¿Cómo se había podido llegar a ese infierno? Todos querían saber. Todos preguntaban. Me decían que publicara mis experiencias.

Decidí que si un día escribía sobre el tema, tal vez lo hiciera limitándome solo y exclusivamente a las pocas bellas que allí encontré.

Narración cargada de ironía y sarcasmo; transformación de “un infierno en vida”, en la ingenuidad de unos personajes que van a la deriva, que no luchan contra su terrible destino porque no son conscientes de él hasta que es demasiado tarde.

¡Tremenda historia de fácil lectura y difícil comprensión!

Manuel Jiménez



2 comentarios:

Aurora F. Rius. dijo...

Como me perdí el debate de este libro que me gustó mucho,por lo que estaba deseando leer el comentario del libro.
Me ha parecido un total acierto iniciarlo con la biografía del autor para entender los matices, como muy bien dices al final, Manolo.
¡Tremenda historia de fácil lectura y difícil comprensión!

Aurora F. Rius. dijo...

(Estoy ensayando y se me ha colado el comentario, lo redacto mejor)
Este libro me gustó mucho y como no pude estar en el debate, estaba deseando leer el comentario.

Me ha parecido un total acierto iniciarlo con la biografía del autor para entender los matices, como muy bien dices al final, Manolo.
¡Tremenda historia de fácil lectura y difícil comprensión!