lunes, 28 de enero de 2019


LA PESTE (1947). ABERT CAMUS (1913-1960)

El autor de la obra que nos ocupa- que ya ha parecido en este blog en su título “El extranjero”- , como otros muchos, es mejor comprendido a través de sus obras. ”La  Peste”, libro leído y comentado últimamente en el Club, nos ofrece la oportunidad de estudiar las características generales del escritor y de la propia obra. Creemos que en ésta se hallan resumidos, de una u otra manera, todos los aspectos de la postura vital de Camus.
Se publicó en 1947, recién salidos de la II Guerra Mundial y el autor utiliza La Peste como metáfora y excusa y Orán (la ciudad) para enmarcar, como en un escenario, lo que el insoportable sufrimiento colectivo hace a los seres humanos: tambalearse, afirmarse o adoptar unos comportamientos increíbles, incluso, para uno mismo en otras circunstancias. Las  descripciones son magníficas y los  diálogos, muchas veces dramáticos y perturbadores, tremendamente  contemporáneos.

La Peste, "es la vida y nada más", nos dice Camus, a través del viejo asmático que contaba garbanzos, un personaje que aparece a lo largo del relato y que nos muestra la sabiduría de la vejez, de la experiencia.

Nos presenta, sirviéndose del lenguaje, arquetipos del ser humano, la existencia en sí; la muerte, el dolor, el amor, la injusticia, la soledad, la solidaridad. Todo ello está muy bien representado en los personajes principales.  

Estamos ante una novela que trata de una epidemia de peste bubónica narrada en tercera persona, desde antes de sus comienzos hasta después de su terminación. La  acción  podría haber tenido lugar en cualquier parte del mundo; los acontecimientos que suceden y los personajes descritos son universales. El autor relata de manera magistral la evolución de la epidemia en la ciudad, prisionera porque se cierran sus puertas y por tanto se establece una barrera infranqueable para evitar su propagación.

En el interior de la ciudad quedan prisioneros todos los habitantes sin excepción, sometidos al capricho y a la voluntad de la muerte. Dentro de esta situación vemos moverse personajes de muy distintos caracteres:

* El personaje principal es el doctor Rieux, es quien hace el relato, aunque lo haga en tercera persona. El doctor, por su profesión de médico se ve en contacto con toda clase de gentes, y está más cerca de la peste. Y por eso lo ha escogido Camus como narrador.

Con una visión más bien pesimista de la vida, duda de haber acertado en su profesión y sin embargo su vida va unida a un profundo sentimiento de solidaridad, del espíritu del deber, de la conciencia de la responsabilidad, de la bondad que deriva de la razón.

"Puesto que el orden del mundo está regido por la muerte, acaso es mejor para Dios, que no crea uno en Él y luche con todas sus fuerzas contra la muerte, sin levantar los ojos al cielo dónde Él está callado"

Personifica al hombre que no cree en Dios ni en un más allá, pero sí en los valores humanos. No pretende ser ningún héroe, sino el hombre honrado, sin esperanza, símbolo de esa honradez desesperanzada que es una de las constantes en Camus, y que se traduce, según él, en cumplir con su obligación. Y así vemos cómo el doctor se entrega por completo a su obligación luchando denodadamente contra los estragos de la peste, poniendo en movimiento todos los medios humanos de que dispone para vencer a la muerte.

Y a su alrededor se mueven otros personajes, cada cual con sus reacciones ante la situación.

* Tarrou: es un hombre que va en busca de su tranquilidad y su paz, no le importa creer en algo en absoluto, actúa como  siente y piensa. Se convierte en amigo y confidente del doctor, acompañándolo por su recorrido,  hasta el último momento cuando enferma y es el doctor Rieux quien lo acompaña hasta el final.
* Rambert, un periodista forastero,  que se encuentra descentrado, extranjero, en la ciudad, se rebela contra esta situación que él estima injusta particularmente en su caso. Trata por todos los medios de escapar de la ciudad bloqueada, y, cuando al cabo después de  muchos intentos fracasados está a punto de conseguirlo, va a ver al doctor para despedirse, y vez de decirle adiós, le dice, de pronto, que se queda a su lado, que renuncia a esa libertad que se le ofrece porque se avergüenza de disfrutar de una felicidad egoísta, exclusiva de él solo. Se  ha despertado un sentimiento de solidaridad humana, tanto en el dolor como en la felicidad.
* Cottard, como extremo opuesto, un negociante de historial turbio, para quien la peste, con su entorpecimiento de las actividades burocráticas ha sido su salvación de la cárcel. A medida que la remisión de la enfermedad va produciendo un alivio general para él supone el castigo y termina enloqueciendo.

*  Paneloux, el jesuita, que al principio la considera un castigo divino y al final después de vivir tantos horrores, duda. Muere de la peste con la angustia de dudar.
"Hay que creerlo todo o negarlo todo y ¿quién se atreve a negarlo todo?"

* Grand, el empleado público símbolo de miles de seres anónimos que cumplen con su deber. Hombre bondadoso  a quien le gusta encontrar las palabras correctas para todo
"Héroe insignificante y borroso" (como tantos otros y otras)

* Todos, en fin padecen sufrimientos, el dolor es el lazo que los une.

 Camus trata el tema de la peste con serenidad, sin extremar la violencia ni la sensación de terror y pánico que debería ser lo adecuado. Trata de hacer el análisis existencial de los seres humanos en esas trágicas circunstancias. El no pone tanto ahínco en la crudeza de la narración porque no quiere distraerse de su preocupación, la tremenda angustia del porqué y para qué del sufrimiento humano, de lo que él llama lo absurdo de la vida. No se recrea en impresionarnos con imágenes plásticas repelentes.

Más que los detalles físicos de la enfermedad, Camus quiere hacer destacar la huella producida en el alma, los sufrimientos morales y no los somáticos. Como hemos dicho antes, estas reacciones nos las dará a conocer por medio de los personajes, centrados siempre en el del Dr. Rieux.

La mujer en «La Peste» A primera vista, se diría que La Peste es una novela en la que la mujer no tiene intervención trascendental. Pero quiero destacar la presencia de algunas.
La madre del doctor, una figura constantemente presente, llena de ternura, silenciosa y activa. Está pendiente de los desvelos y preocupaciones de su hijo, dispuesta en todo momento a ayudarle en tan penosas circunstancias. Seguramente Camus quiso rendir un homenaje a su propia madre; los párrafos que la dedica tienen que ser una expresión de lo vívido.- Recordemos que tuvo una infancia sin padre.

 La mujer del doctor Un interés especial presenta esta figura, precisamente por no tomar parte en la acción. Cuando aún no ha hecho su aparición la peste, la esposa del doctor marcha a un sanatorio fuera de la ciudad. Él se ve separado de ella durante los terribles acontecimientos que van a suceder durante todo el libro. Es cierto que este personaje femenino no toma parte de forma directa en el relato, pero es una constante inconsciente en la mente del doctor. A través de las páginas del libro, cuando menos lo esperamos, surge una breve frase, un párrafo corto, y estas apariciones brevísimas del recuerdo no son casuales, están intencionadamente repartidas. Creo que puede simbolizar la  esperanza de felicidad en medio de las calamidadesY este suspense alcanzará su punto culminante en las páginas finales, cuando llegado el fin de la epidemia, en medio del gozo y de la alegría exaltada de la gente al verse al fin de los sufrimientos, cuando todos aquellos que se habían encontrado cruelmente separados durante largos meses van a disfrutar de la reunión con exultante alegría, cuando, en fin, parece haberse alejado definitivamente el dolor y creemos que la esperanza se va a hacer realidad y presencia. En aquel momento, a raíz de la muerte inesperada del amigo y fiel compañero de todas las angustias, un telegrama, frío, impersonal y breve, comunica al doctor que su esposa, su esperanza, había muerto hacía una semana. Y termina el libro con la soledad desesperanzada del hombre que, creyendo sólo en el hombre y en la muerte, se ha visto arrebatar por la muerte las dos cosas que le sostenían: el amor y la amistad.


Se puede seguir ampliando el conocimiento del autor a través de  diversos testimonios como los que encontrareis estos enlaces:


http:www.diariosur.es/20100102/cultura/albert-camus-escritura-compromiso-20100102.html





Albert Camus ganó el Premio Nobel en 1957 y sintió que, si debía dar gracias a alguien, era al señor Germain, que había sido su maestro en primaria, y le escribió una carta. Hay quien dice que fue la única carta de agradecimiento que escribió. Cualquiera que haya tenido un buen maestro se reconocerá en las palabras del escritor.
Sirva de homenaje a esos maestros que hacen bien su trabajo. Ojalá sirviese también para que los gobiernos, de uno u otro color, tratasen a la educación siempre como lo que es: la mayor riqueza de un país.

 
París, 19 de noviembre de 1957
Querido señor Germain:
Esperé a que se apagara un poco el ruido de todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser un alumno agradecido. Un abrazo con todas mis fuerzas,

ALBERT CAMUS
“(Mondovi, Argelia, 1913-Villeblerin, Francia, 1960) Novelista, dramaturgo y ensayista francés. Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes franceses, su infancia y gran parte de su juventud transcurrieron en Argelia. Inteligente y disciplinado, empezó estudios de filosofía en la Universidad de Argel, que no pudo concluir debido a que enfermó de tuberculosis.
Formó una compañía de teatro de aficionados que representaba obras clásicas ante un auditorio integrado por trabajadores. Luego ejerció como periodista durante un corto período de tiempo en un diario de la capital argelina, mientras viajaba intensamente por Europa
Albert Camus empezó a ser conocido en 1942, cuando se publicaron su novela corta El extranjero, ambientada en Argelia, y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se complementan y que reflejan la influencia que sobre él tuvo el existencialismo. Tal influjo se materializa en una visión del destino humano como absurdo..

Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial se implicó en los acontecimientos del momento: militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino Combat. Sus primeras obras de teatroEl malentendido y Calígula, prolongan esta línea de pensamiento que tanto debe al existencialismo, mientras los problemas que había planteado la guerra le inspiraron Cartas a un amigo alemán.

Su novela La peste (1947) supone un cierto cambio en su pensamiento: la idea de la solidaridad y la capacidad de resistencia humana frente a la tragedia de vivir se impone a la noción del absurdoLa peste es a la vez una obra realista y alegórica, una reconstrucción mítica de los sentimientos del hombre europeo de la posguerra, de sus terrores más agobiantes. El autor precisó su nueva perspectiva en otros escritos, como el ensayo El hombre en rebeldía (1951) y en relatos breves como La caída y El exilio y el reino, obras en que orientó su moral de la rebeldía hacia un ideal que salvara los más altos valores morales y espirituales, cuya necesidad le parece tanto más evidente cuanto mayor es su convicción del absurdo del mundo.

De gran interés es también su serie de crónicas periodísticas Actuelles. Tradujo al francés La devoción de la cruz, de Calderón de la Barca y El caballero de Olmedo, de Lope de Vega En 1963 se publicaron, con el título de Cuadernos, sus notas de diario escritas entre 1935 y 1942. Galardonado en 1957 con el Premio Nobel de Literatura, falleció en un accidente de automóvil en 1960.

AURORA FERNÁNDEZ-RIUS



2 comentarios:

Aurora F. Rius. dijo...

Aporto las referencias a los artículos que os comenté:

+ https://www.diariosur.es/20100102/cultura/albert-camus-escritura-compromiso-20100102.html
+ https://blogs.lne.es/luisarias/2010/01/06/en-el-50-aniversario-de-la-muerte-de-albert-camus/
+ https://www.diariodesevilla.es/delibros/pragmatica-rebeldia_0_701029905.html
+ https://www.nexos.com.mx/?p=26940

Junto a la carta que le escribió a su maestro, a quien le dedicó su premio Nobel.


Carta de Albert Camus a su maestro tras recibir el Premio Nobel

Albert Camus ganó el Premio Nobel en 1957 y sintió que, si debía dar gracias a alguien, era al señor Germain, que había sido su maestro en primaria, y le escribió una carta. Hay quien dice que fue la única carta de agradecimiento que escribió. Cualquiera que haya tenido un buen maestro se reconocerá en las palabras del escritor.

Sirva de homenaje a esos maestros que hacen bien su trabajo. Ojalá sirviese también para que los gobiernos, de uno u otro color, tratasen a la educación siempre como lo que es: la mayor riqueza de un país.

París, 19 de noviembre de 1957

Querido señor Germain:

Esperé a que se apagara un poco el ruido de todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser un alumno agradecido. Un abrazo con todas mis fuerzas,

Albert Camus



Anónimo dijo...

Muy exhaustivo y completo el comentario y las informaciones paralelas. Enhorabuena por tu trabajo. Pepa.